El oaxaqueño rectificó su estrategia para vencer a un rival que resultó incómodo
Excélsior
RÍO DE JANEIRO.
Un golpe de zurda en el rostro, seco.
Oriundo de Santo Domingo Zanatepec, Oaxaca, Joselito Velázquez se fue para atrás trastabillando, con los ojos muy abiertos y tratando de no aterrizar en la lona olímpica.
Las cuerdas lo salvaron. Su error en el primer asalto fue entrar al juego del argentino Leandro Blanc. Al pibe le dicen Musculito.
Un novato más pequeño que el mexicano (1.56 metros), pero con una zurda muy fuerte para un pugilista de 49 kilos.
La experiencia del bicampeón panamericano (Guadalajara 2011 y Toronto 2015), así como el cambio de estrategia, de inmediato lograron que el favorito para llegar al podio olímpico se sacudiera los golpes de su adversario y se llevara la victoria, dentro de la categoría minimosca.
Los tres asaltos fueron para Joselito, poniendo los cartones en 30-27, 29-28 y 30-27 para el mexicano, quien enfrentará mañana al uzbeko Hasanboy Dusmatov.
Joselito explicó minutos más tarde que su error había sido meterse en el terreno del argentino.
Me salió más fuerte de lo esperado, sin embargo cambiamos la estrategia a tiempo y pudimos llevarnos la victoria. Ahora a pensar en Hasanboy, con quien perdí en 2015, aunque lo tiré dos veces en ese combate”.
Velázquez terminó con la barbilla cortada, la frente con un moretón y rasguños en el hombro izquierdo, debido a choques de cabeza y roces de los cuerpos. En el segundo y tercer rounds se dedicó a golpear y salir y así sumar los puntos necesarios ante un rival con poca experiencia, pero demasiado incómodo.