Jazmín GÓMEZ
El magisterio oaxaqueño determinó no iniciar clases mañana como lo marca el periódico oficial y ante eso, el Arzobispo José Luis Chávez Botello exhortó a fijar bien los ojos en la niñez que acudirá a las escuelas y no encontrará a sus maestros o maestras, “les quitan la alegría y a la sociedad les quitan el futuro”.
“La sociedad tiene que alzar la voz por esta situación, con acciones que estimulen a que ningún derecho sea pisoteado, a que se vean los efectos que dejan posturas contrarias al respeto de los derechos”, afirmó.
“Pienso que si se buscan caminos hay que reivindicar los derechos y es muy importante pero por caminos que no dañen a nadie, esa es la exhortación, que se haga una revisión porque es una contradicción exigir un derecho deteriorando varios”, explicó.
El arzobispo también pidió “paciencia” a quienes decidieron no regresar a clases y que vean hacia adelante porque su actuación está alimentando malestar y su postura un rechazo generalizado, pero además podría estar llevando a la pérdida del respeto y aprecio a las y los maestros.
Por otra parte, apuntó que los conflictos son la oportunidad para medir convicciones y el proceso de madurez humana, pues en situaciones extremas es donde aparecen los verdaderos y falsos amigos, la calidad o perseverancia de las personas.
Mencionó entonces que el actual conflicto magisterial en la entidad, es como un fuerte huracán o terremoto social que ya dejó muertos, heridos, miles de damnificados por destrucción de fuentes de trabajo, inmuebles y vehículos, caminos intransitables, división, irritación, violencia, niños sin la alegría de la educación y falta de paz.
Finalmente pidió a la sociedad examinarse a conciencia y desde el corazón sobre la postura que se está tomando frente a la verdad, la unidad y de cara al bien común.