Floriberto VÁSQUEZ RUIZ
Los Acuerdos de París entran en vigor hoy, 4 de noviembre de 2016. El acuerdo firmado por 197 países, de los cuales 97 lo han ratificado, entre ellos México, inicia este 7 de noviembre una importante reunión en Marrakech, Marruecos, para dar seguimiento en su implementación (COP 22).
Los Acuerdos de París, es el producto de la COP 21 celebrada en París Francia, por las partes de la Convención Marco sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas. Este documento parte de un escenario global desastroso, de un problema que se convirtió en una realidad. Es el intento por reducir el costo ambiental del incontrolable y el desordenado avance social y económico por enfrentar el Calentamiento Global que se convirtió en Cambio Climático.
Han pasado 44 años del primer llamado internacional, de establecer objetivos y metas para enfrentar, reducir y mitigar los impactos de los problemas ambientales, así como criterios para un desarrollo sostenible, tal como se hiciera en Estocolmo Suecia en 1972.
Estamos conscientes de que el Cambio Climático es una amenaza global apremiante, de efectos potencialmente irreversibles, por lo tanto, exige también la cooperación amplia de todos los países.
Por ello, cada país miembro, participa con una respuesta efectiva y apropiada a su contexto, con miras hacia la reducción de los Gases de Efecto invernadero (GEI) y al adoptar medidas para hacer frente al cambio climático, además deberán respetar, promover y tomar en consideración a los derechos humanos, el derecho a la salud, los derechos de los pueblos indígenas, la igualdad de género, el derecho de los niños, entre otras.
Los Acuerdos de París, representan una versión ambiciosa de muchos documentos pasados, como el caso del Informe Brundtland o Nuestro Futuro Común. Los Acuerdos de París, reconoce nuevamente que el planeta no aguanta más, y se plantea como primera parada, el 2030 con la promoción de la Agenda para el Desarrollo Sostenible, así como para el 2023, revisar los índices de emisiones colectivas, cada cinco años.
México ha sido el primer país en vías de desarrollo en presentar sus Contribuciones Nacionalmente Determinados (CND), entre los que destacan; Alcanzar una tasa cero de deforestación, mejorar la capacidad adaptativa de los 160 municipios más vulnerables, proteger a la población de los fenómenos hidrometeorológicos extremos, aumentar la resiliencia de la infraestructura estratégica del país y de los ecosistemas y, desacoplar el crecimiento económico de la emisión de contaminantes de efecto invernadero.
El 14 de septiembre de este año, el Senado mexicano, ratificó los Acuerdos de París, y un día después, el día 15, el Congreso de Oaxaca dio entrada a la iniciativa que reforma la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo, que contempla, entre otros, crear la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable. Considerando que Oaxaca es el estado con mayor biodiversidad del país, ¿hacia dónde debe enfocar los esfuerzos? Aquí algunas consideraciones.
En Oaxaca aproximadamente el 50 % de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), provienen principalmente del sector transporte, otras actividades que contribuyen al Cambio Climático están; la deforestación y los cambios en el Uso del Suelo principalmente por actividades agrícolas y pecuarias.
Oaxaca se ubica en una zona sísmica, su paisaje accidentado y su localización hacia el Istmo de Tehuantepec, lo hace vulnerable por el paso de fenómenos meteorológicos y temblores. Sin duda Oaxaca tiene un enorme reto por los compromisos de México en este Acuerdo, no solo por ser el estado más biodiverso, sino, porque ante su riqueza natural y cultural, la pobreza y la marginación no puede seguir siendo su destino.
Tampoco merece un desarrollo desordenado, la premisa de los Acuerdos de París es precisamente reducir el costo ambiental de las actividades económicas. El financiamiento para actividades de mitigación climática puede ser una ventana de recursos importante. De esto y otras acciones locales, hablaremos en una segunda parte.
*Consultor en Desarrollo Sustentable y Premio Nacional de Juventud Indígena en Medio Ambiente.