Jazmín GÓMEZ
Dados los recientes hechos violentos en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), el Arzobispo José Luis Chávez Botello sostuvo que es importante dar con el motor de esa violencia y no quedarse solo en lo externo o inmediato.
El viernes pasado, un grupo de “porros” irrumpieron las clases en el edificio central de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y con acciones violentas desalojaron a estudiantes tomando el edificio y quemando su acceso lateral.
Un clima de violencia y tensión se generó en el centro histórico de la capital llevando a la suspensión de actividades de la Feria Internacional del Libro (FILO) 2016.
En este contexto, el Arzobispo afirmó que se ha llegado a expresiones cada vez más violentas y destructivas en Oaxaca en donde no sólo hay quema de edificios o importantes símbolos, sino de aquellas instituciones que son semilleros de profesionistas, de hombres y mujeres de justicia.
“Me parece que es indispensable que los que estén detrás hagan una revisión, al igual que en cualquier campo, organización, familia, sector, región o comunidad, antes de dar un paso violento que se haga un esfuerzo por sentarse a dialogar”, expresó.
Indicó que sea cual sea la institución u organización laboral, si no es posible llegar a la solución mediante el diálogo buscar otras vías pero siempre sin dañar a otras personas, el esfuerzo de generaciones, de ideales, de maestros y maestras buenas que se esfuerzan cada día.
Asimismo comentó que hace varias décadas la UABJO era calificada como una de las mejores universidades del continente, pero ha bajado esa calidad y la sociedad entera tiene que preguntarse y reflexionar sobre lo que está ocurriendo.
Hay que dar, insistió, con el motor de la violencia, con el origen de todo que no es inmediato, con quienes están detrás de esa violencia y que están inyectando o alentando al egoísmo, la corrupción o una profesión fincada en todo menos en el bien común o en la verdad.
Finalmente, en su comunicado expresó que los hechos graves de los últimos días nos gritan que no hemos comprendido; que el egoísmo, la soberbia y la ambición están llevando cada vez a más divisiones y enfrentamientos entre miembros de las mismas asociaciones y grupos. “Hemos perdido la capacidad de comprender lo que realmente nos lleva a una vida mejor”.
20 noviembre, 2016