Enrique Méndez y Jorge Pérez Alfonso
Enviado y corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 3 de diciembre de 2016, p. 5
Oaxaca, Oax.
El gobernador Alejandro Murat Hinojosa evalúa que la situación de desastre que enfrenta Oaxaca se explica por la ineficacia y negligencia del gobierno de Gabino Cué Monteagudo, y si bien anuncia una revisión a fondo de esa administración, acota:
No vengo con ánimo revanchista. La agenda para rescatar a Oaxaca es más amplia.
En contraste con las tomas de protesta de sus antecesores Gabino Cué y Ulises Ruiz Ortiz, cuando ocurrieron muertes por enfrentamientos, el inicio del mandato de Murat Hinojosa fue terso.
Instalado en el despacho Juárez de palacio de gobierno ofrece una entrevista a La Jornada, después de un primer acercamiento con la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Estoy cierto de que junto con las maestras y maestros de Oaxaca y el diálogo con ellos llevaremos a Oaxaca al lugar que debe tener, define.
Anticipa que cuando se conozca, en febrero próximo, la investigación de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a la cuenta pública del estado del año 2015, decidirá qué acciones asumirá. Por lo pronto, las observaciones de los auditores refieren irregularidades por 6 mil millones de pesos. Y en 2014 había un acumulado de 10 mil millones de pesos por observaciones en todas las áreas del gobierno de Gabino Cué.
–¿Es inmanejable la relación con el magisterio oaxaqueño?
–Ha faltado la capacidad de diálogo, de escuchar y respetar la dignidad de los profesores, que quieren lo mejor para el sector educativo, igual que nosotros.
La política con el magisterio será de diálogo y apertura para construir los acuerdos.
–¿La toma de protesta, en una sede alterna, evitó fricciones y facilitó el acercamiento?
–Mi gran objetivo era mandar un mensaje al pueblo de Oaxaca de que hay estabilidad y paz social. Y lo podemos constatar: el Zócalo libre para que los oaxaqueños podamos caminar y las vías de comunicación también.
Me entusiasma haber roto el protocolo y dejar atrás aquellas definiciones de lo políticamente correcto, lo que me permite demostrar que en Oaxaca sí se puede construir un cambio y es lo que vamos a hacer estos seis años.
–¿Cómo se traduce la definición de crisis de la que habló en la víspera de la toma de protesta?
–En las semanas recientes los medios de comunicación han hablado del colapso económico y social con el que recibí Oaxaca. ¡Es un desastre!
“En el sector salud no hay medicinas, no hay médicos y eso se debe a que los 400 millones que debieron aportarse al Seguro Popular se entregaban en especie y ello provocó un agujero en la atención de primer nivel.
“Tenemos deudas de mediano y largo plazos que debemos restructurar. Vamos a recurrir a una reingeniería financiera para tener más recursos y canalizarlos a proyectos de inversión.
El gobierno anterior entregó más de 50 mil concesiones de transporte, que ha generado un problema serio de gobernabilidad.
–¿Esa crisis económica que hereda se explica por casos de corrupción o desvío de recursos?
–Veo por lo menos una ineficacia en la acción de gobierno. La corrupción está sancionada por la ley y en los próximos meses lo estaremos evaluando. El que la hace la paga, por supuesto, pero en principio veo omisiones y negligencia en el ejercicio de gobierno.
–Que para un estado como Oaxaca, que tiene muchas carencias, es un agravio.
–Sin duda, cuando, por ejemplo, hay mil 500 millones de pesos del programa Escuelas al Cien que no se han utilizado, teniendo los retos estructurales de la educación oaxaqueña.
–¿Habrá borrón y cuenta nueva o se va a investigar?
–No hay cheques en blanco. Es obligación de este gobierno atender todos los temas, lo haremos apegados a la ley, pero la agenda de Oaxaca es más amplia.
Lo que me interesa es revertir el problema de pobreza estructural y empezar a generar el desarrollo económico que necesitamos.
–¿Es posible, con el tamaño de la deuda? ¿O habrá un rescate de la Federación?
–Ya el presupuesto federal, vía transferencias, refleja un incremento de 6 mil millones respecto de este año; es decir, contaremos con 90 mil millones, pero gran parte de esos fondos está comprometida y tendremos la imaginación y la creatividad para restructurar la deuda y hacer el mejor uso de los recursos.
La mayor parte es deuda con bancos y gasto corriente.
–Si bien el mensaje es de paz social, ¿esa crisis económica complicará el gobierno?
–No estoy aquí porque es fácil. Al contrario, me entusiasma este gran reto, que es la mejor oportunidad de llevar a Oaxaca al lugar en que debe estar.
Ocupándonos de los problemas encontraremos las soluciones y por eso también convoqué a todos los sectores de la sociedad oaxaqueña a una mesa de diálogo permanente.
–¿Cómo ejercerá la relación con el gobierno federal?
–Sin duda debemos practicar una relación de equipo, que permita lograr los objetivos de generar desarrollo económico y acabar con los problemas de pobreza estructural. Veo en la Federación a un gran aliado de Oaxaca.
“De entrada, tenemos un ejemplo tangible del presidente Enrique Peña Nieto para Oaxaca: se canalizaron 3 mil millones del Fonadin para rescatar la carretera Barranca Larga-Ventanilla, a la que le faltan 100 kilómetros, pero con esos fondos estará lista en 18 meses.
–¿Cuál será la política para los pueblos indígenas?
–Respetaremos totalmente su libre determinación, trabajaremos para ampliar sus derechos y que sean sujetos de derecho.
–¿Enviará una iniciativa al Congreso?
–Vamos a evaluar para poder, en conjunto con ellos, proponer una nueva ley que responda a sus necesidades.
–La radiografía de los conflictos comunitarios habla de un largo pendiente en materia de propiedad de la tierra. ¿Qué respuesta habrá para ello?
–Es un reto permanente en Oaxaca. Más de 70 por ciento de la tierra es social y el mayor porcentaje es comunal y ejidal. Culturalmente el estado siempre ha tenido este tipo de conflictos. Aspiramos a resolver el mayor número de ellos.
–Otro punto delicado es el de la seguridad pública. ¿Cómo se va a afrontar?
–Oaxaca tiene varias de las 100 ciudades más inseguras; Pinotepa Nacional y Juchitán, por mencionar dos, y lo que haremos es concluir los procesos de evaluación en todas las fuerzas del orden del estado y los exámenes de confianza que nos permitirán tener claridad de quiénes nos acompañan.
Se iniciará un proceso de capacitación y equipamiento y se instalará un C4 y un C2 en las cuatro zonas metropolitanas. Se hará más eficaz el combate a la delincuencia de las fuerzas metropolitanas.
–Una de las quejas más recurrentes es la violación a los derechos humanos de las policías…
–Incorporaremos los estándares y las mejores prácticas internacionales en todos los procesos de derechos humanos, así como testigos que nos permitan acreditar todos nuestros procesos.
–Para que no haya duda, respecto de las denuncias al anterior gobierno, ¿habrá perdón y olvido?
–No. Y por supuesto que mi obligación es hacer una evaluación de cómo recibo el estado. Se ha revisado desde el equipo de transición, pero además el sistema jurídico mexicano prevé mecanismos de control.
“Ahí está la ASF, donde se tienen que solventar más de 6 mil millones de pesos hasta 2015. Por eso hay que esperar y dar curso a estos sistemas que ya prevé la ley. En función a eso determinaremos las acciones a seguir.
“Todos los funcionarios sabemos, y eso me incluye, lo que es correcto y lo que no.
No tengo agendas revanchistas. Mi trabajo será apegado a derecho.