Jazmín GÓMEZ
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A 19 años de la detención de presos Loxichas, acusados por varios delitos durante el gobierno de Diódoro Carrasco Altamirano, Érika Sebastián Luis, hija de Álvaro Sebastián Luis volvió a revivir el caso, ahora en el gobierno priista que encabeza Alejandro Murat Hinojosa.
Álvaro Sebastián Luis, es uno de los 32 presos Loxichas procesados y sentenciados por pertenecer al Ejército Popular Revolucionario, y acusado por su presunta participación en los hechos ocurridos el 28 de agosto de 1996, en la Crucecita Huatulco, en donde se registró un enfrentamiento entre el Ejército Popular Revolucionario y elementos de seguridad del Estado.
Álvaro Sebastián, actualmente preso en Etla, fue condenado a 29 años de prisión, por los delitos de homicidio calificado, homicidio en grado de tentativa y conspiración, detenido el 15 de diciembre 1997, presentado el 29 de diciembre 1997.
Érika Sebastián protestó hoy en Palacio de Gobierno, para exigir al gobierno de Alejandro Murat Hinojosa que intervenga y sea liberado su padre debido a que no existen pruebas reales de su culpabilidad.
Mencionó que la detención del 15 de diciembre de 1997 fue por parte de un grupo especial de la policía judicial del Estado, al mando del comandante José Trinidad Rodríguez Ballesteros y de Roberto Pedro Martínez Ortiz, como Procurador General de Justicia del Estado.
“Con armas de alto poder apuntaron en la cabeza de mi padre, lo obligaron a descender de su automóvil y con golpes y amenazas fue obligado a subir a otro vehículo en el que lo tuvieron inclinado y con la cabeza cubierta con una chamarra”, relató.
“Fue llevado a una casa de seguridad atado de pies y manos y con los ojos vendados, lo obligaron a tomar tabletas disueltas en agua que le provocaron alucinaciones, recibió descargas eléctricas en varias partes del cuerpo, principalmente en los testículos, además de golpes, puñetazos, coletazos en estómago, cara, brazos y piernas, le aplicaron en repetidas ocasiones agua mineral con chile en la nariz que le hacían perder el sentido cada vez que recibía una dosis”, reveló.
Érika Sebastián insistió en que se ha demostrado que Álvaro Sebastián fue detenido, acusado, juzgado y sentenciado por una acción que no es ni era delito cuando se cometió, pasando por alto que ninguna conducta que no es delictiva puede juzgarse como un delito.
Mencionó que en realidad lo encarcelaron por ser indígena, disidente político y luchador de la autonomía de pueblos indios o de haberse considerado miembro de un grupo rebelde.
15 diciembre, 2016