Jazmín GÓMEZ
Con sólo 7 millones de pesos, que se irán directamente a la nómina de este año, está operando la Secretaría de la Mujer en Oaxaca, una dependencia que de acuerdo a la titular, Miriam Liborio Hernández se encarga del acompañamiento y la capacitación de mujeres que viven violencia política.
En lo que va de este año y hasta principios de este mes, de acuerdo a Consorcio Parlamentario para el Diálogo y la Equidad, al menos 22 mujeres fueron asesinadas en diferentes regiones del Estado, la mayoría con violencia, mientras que la Secretaria de la Mujer reconoce que hay resistencia de los varones por respetar la equidad.
En conferencia de prensa, Miriam Liborio mencionó que han brindado acompañamiento a por lo menos 17 casos de mujeres víctimas de violencia, entre ellas a Samantha Caballero Melo, quien fue amenazada de muerte para dejar el cargo de presidenta municipal en San Juan Bautista lo de Soto, Jamiltepec.
Nerviosa y entre titubeos, la titular de la Secretaría de la Mujer también expuso que han acompañado el caso de Gabriela Maldonado quien fue golpeada por su abuelo después que éste fuera amenazado por autoridades municipales de San Miguel Peras para actuar de esa forma y corregir a su “nieta” que se había “atrevido” a aspirar a un cargo en el municipio.
Miriam Liborio argumentó “en estos casos se ha visto la resistencia, y somos respetuosos de la autonomía de cada municipio, apostamos a la voluntad política de los sectores municipales para que se aplique lo que determinan los tribunales”.
Asimismo sostuvo que hay comunicación constante con mujeres que han denunciado violencia política, han llevado a cabo talleres de capacitación de liderazgo y derechos políticos de las mujeres, se les explica sobre el trabajo que tendrían que desarrollar en los cargos como sindicas o como regidoras, que de alguna manera les fortalece.
“La capacitación no resuelve pero fortalece”, insistió y agregó que recientemente sostuvo pláticas con integrantes del observatorio electoral en donde coincidieron que lo difícil no es sólo en el momento de una elección, sino después, cuando una mujer va a tomar el cargo.