· El sexto viernes de Cuaresma es una tradición arraigada de las y los oaxaqueños, que simboliza el objeto de devoción y veneración a la Madre de Dios en la advocación de la “Virgen de Los Dolores”.
Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 7 de abril de 2017.- El color morado y los altares decorados con germinados de chía y hojas de cucharilla adornan las calles de la ciudad, los espacios culturales y templos religiosos. La imagen de la Madre de Dios se convierte en la protagonista de esta fecha, en su semblante hay llanto y tristeza; es Viernes de Dolores, en la capital de Oaxaca.
Este día no sólo se traduce en la remembranza de un credo religioso, sino también es una oportunidad para recuperar, rescatar y preservar las tradiciones más antiguas de la ciudad. De acuerdo con documentos históricos, los altares de dolores comenzaron a colocarse en el siglo XVI.
Un integrante de la Orden de los Dominicos, Freddy Bolaños Cisneros, explica que los antecedentes de esta tradición se remontan a la época de la Colonia, cuando llega la primera imagen de la Dolorosa a Oaxaca, siendo esta el óleo que se encuentra en la capilla de San Cosme y San Damián, ubicada en el cruce de la avenida Independencia con la calle J.P. García.
La veneración por esta imagen fue creciendo rápidamente – explica- que después esta devoción se trasladó al templo del Patrocinio donde existe una Dolorosa tallada en madera de fines del siglo XVII, siendo estas dos representaciones de la Virgen de los Dolores las más importantes de la ciudad.
“El sexto viernes de Cuaresma mejor conocido como el Viernes de Dolores, es una tradición arraigada de las y los oaxaqueños, objeto de devoción y veneración a la Madre de Dios”, subraya el integrante de la Orden de los Dominicos.
Bolaños Cisneros, quien desde hace 15 años coloca el altar en honor a esta virgen en la Librería Grañén Porrúa, comparte el significado de los implementos del altar, entre los que destacan los colores como el negro, morado, azul marino, rojo y blanco, que significan el dolor y la pureza de la Virgen Dolorosa.
Preparación y significado de los Altares de Dolores
Los altares se preparan con anticipación desde la siembra del maíz, trigo, chía y lenteja en maceta de barro claro, junto con las figuras de “animalitos” hechos de arcilla porosa para que germinen los granos, depositándolos en un lugar húmedo y cerrado a la luz para que muestren una singular coloración, esto significa una ofrenda a la Virgen Dolorosa para pedir favores y el fruto (maná) de nosotros.
Aún con el paso de los años, los altares no han dejado de contar con plantas representativas como el romero, poleo, álamo, laurel, trébol, palmas y albahaca; estas son hierbas de temporada, que le dan un olor único al espacio donde se coloquen, cuyo significado radica en que estas plantas se usaron para embalsamar el cuerpo de Cristo.
Las coronas de cucharilla se obtienen de la flor que nace del sotol, proveniente de la villa de Etla y la región Mixteca, estas representan la corona de espinas de Cristo. También el altar cuenta con el trigo que significa los favores solicitados a la virgen y las toronjas con banderas de papel simbolizan la riqueza del altar.
Finalmente, el integrante de la Orden de los Dominicos detalla que los vasos de agua de diferentes sabores como horchata, chilacayota, Jamaica y limón con chía; junto con las lámparas de aceite teñidas con colorantes rojo, morado, amarillo, verde y azul marino, representan “ El Dulce Llanto de la Madre de Dios”.
Exhibición de altares
Para continuar preservando esta tradición, este viernes el Municipio de Oaxaca de Juárez promueve la exhibición de altares en honor a la Dolorosa que se montará en el templo del Carmen Alto, ubicado sobre la calle García Vigil entre Jesús Carranza y Quetzalcóatl, en el centro de la ciudad.
La actividad se desarrollará a las 20:00 horas, en la que el público también podrá disfrutar de un concierto a cargo del Coro de la Ciudad y la “Lectura del romancero de la Vía Dolorosa”, así como la degustación de viandas de c uaresma.
Antes, durante todo el día se pueden visitar los altares instalados en templos de la ciudad, museos, hoteles y bibliotecas.