“No estaba muerto, andaba de parranda…”… “No estaba muerto, andaba de parranda…”…
Así entre el tarareo de la pegajosa melodía que algunos invitados coreaban en una mesa contigua a la de los mayordomos de la Vela San Judas Tadeo 2017, Alejandro Avilés Álvarez y María Lourdes Corona de Avilés, arrancó la tradicional Labrada de Cera, allá por los rumbos de Avenida Ferrocarril.
La canción era en clara alusión al ex secretario general de gobierno, Alejandro Avilés Álvarez, quien ahora luce una figura delgada, y luego del amargo episodio del helicóptero, nuevamente salió a la palestra política, pero ahora, ataviado con la Mayordomía de San Judas Tadeo.
¡Es el Judas Avilés!, bautizaron algunos invitados al político oriundo de la Cuenca del Papaloapan.
¿Judas el bueno o Judas el traidor?, preguntaban otros y soltaban las carcajadas.
14:00 horas, sábado 20 de mayo.
El calor a todo lo que daba, ni el temblor que sacudió por la mañana al estado de Oaxaca de 5.6 grados en la escala de Richter con epicentro al noroeste de Cintalapa, Chiapas, hizo que cambiara el clima.
Sudando la gota gorda, uno a uno, comenzaron a llegar los invitados. Los mayordomos dispusieron de 30 mesas, para 300 personas, mientras que los 20 socios de la fiesta también hicieron lo propio.
Ahí estaban los diputados locales Gustavo Marín Antonio, Adriana Atristain Orozco, Felicitas Hernández Montaño, Dónovan Rito García y el senador de la República, Jorge Toledo Luis, por supuesto amigos incondicionales de la familia Avilés, además de Jorge Illescas Delgado.
También asistieron la directora del Cecyte, María Luisa Matus; su hijo el oficial mayor de la LXIII Legislatura del Estado, Igmar Matus; el director de Caminos y Aeropistas de Oaxaca, David Mayrén Carrasco; el del Instituto de la Vivienda, Alfonso Martínez; así como Emilia García Guzmán y Jacobo Sánchez.
Así como el titular de la Auditoria Superior del Estado, Carlos Altamirano Toledo y su esposa Dalia Baez; además del ex diputado por Nueva Alianza Jefté Méndez que pereciera buscar cobijo en la nueva administración gubernamental.
En primera fila se encontraba también el ex fiscal, Héctor Carrillo Ruiz con su esposa, quienes disfrutaban de la exquisita botana traída desde el Istmo de Tehuantepec como son: los tamales de cambray, de mole, bolitas de queso enchilado, la minilla, manitas de puerco, chiles en relleno, empanadas y tacos dorados de picadillo.
Por supuesto también estaba la gente más cercana de Avilés, sus colaboradores: Nahum, Mayra, Chachá, Orlando.
Cada uno de los invitados entró con su riguroso cartón de cerveza que tuvo un costo de $280.00, era el pase de entrada a la fiesta.
Claro, las mujeres ataviadas con el bellísimo traje regional y los caballeros con pantalón oscuro y guayabera blanca.
Y cuando parecía que sería toda la clase política que llegaría para estar con Alejandro Avilés, hizo su entrada el gobernador Alejandro Murat Hinojosa, acompañado de uno de sus colaboradores, Armando Mendicuti, “El Canelito”, el mismo chamaco que no le pasa los recados y ha mostrado un gran desprecio hacia las mujeres.
Y como ejemplo está el caso de Diana Luz Vásquez, a quien el mismo “Canelito” citó en las oficinas gubernamentales a nombre del Gobernador, justo el día en que tomarían protesta los nuevos funcionarios, la segunda ronda, y le pidió a la ex síndica de Santa Cruz Xoxocotlán que pasara a sus oficinas, ubicada a un costado del espacio del Mandatario oaxaqueño.
Días antes, a Diana Luz Vásquez el propio Gobernador le había ofertado la Dirección del Instituto de la Juventud Oaxaqueña (INJEO), de ahí que Armando Mendicuti la llamara a Palacio de Gobierno.
Pero en el momento preciso en que Mendicuti le dice a Diana Luz, “ahorita regreso”, el gobernador Alejandro Murat Hinojosa tomaba la protesta a la segunda ronda de servidores públicos, entre ellos a Ana Caraveo como nueva directora del INJEO en lugar de Olivetti Paredes Zacarias.
Acto seguido, regresó “Canelito” a sus oficinas y le dice a Diana en tono de burla: “Tómate un cafecito para el coraje”.
En una actitud misógina y despreciativa, que por supuesto el Gobernador ni enterado estaba de lo que su colaborador hacía a sus espaldas.
Sin embargo, en la fiesta de Avilés, la figura y comportamiento del Gobernador contrastó totalmente con la actitud que su secretario, del secretario, del secretario (Canelito), ha querido mostrar de Murat Hinojosa.
Se vio amable, llegó prácticamente sin tanta gente, salvo su jefe de escoltas, saludó a los mayordomos.
No hubo anuncios previos de su llegada, hasta que Murat Hinojosa estaba ya en la salutación a los mayordomos.
Hasta el mismo Avilés se sorprendió al verlo, como que no lo esperaba, aún cuando le había hecho la invitación formal. El semblante de Avilés lo dijo todo. Semanas antes fue el funcionario más criticado del gabinete muratista.
Hoy Murat Hinojosa lo arropó, así es la política.
El Gobernador regresaba de una gira por Huatulco, donde estuvo con su esposa Ivette Morán de Murat en la Premiación del XXV Torneo Internacional de Pesca #PezVela2017, aunque llegó solo a la Labrada de Cera de San Judas Tadeo.
Pero minutos después de que arribara el Mandatario oaxaqueño, se le arremolinó la gente, todos querían hablar con él, y Murat llegó dispuesto a permitir el apapacho, así se vio. Se bañó de pueblo, se dejó consentir y dispuso de todo el tiempo para ello.
Se fue a saludar de mesa en mesa a cada uno de los asistentes, así lo pidió, quizás ávido de mejor escuchar de viva voz a la gente, y hacer caso omiso a la grilla de sus colaboradores que lo traen agobiado, pero peor aún, no le pasan los recados.
Y el propio Alex Murat lo admite, que han fallado sus colaboradores, quizás decida cambiar la política de su administración, y no es para menos, en las encuestas su Gobierno está reprobado y su imagen se tambalea, no es la misma que tuvo cuando era candidato, hoy se muestra la figura de un gobierno débil, por eso, hay que apretar tuercas.
Una de las cosas que más daño le ha hecho, son las actitudes despreciativas que tienen los “yupis” no solo con los oaxacos, sino también con el propio gabinete, contra quienes ellos sienten que no son de su “realeza”.
Otro ejemplo de soberbia de uno de los servidores públicos que se siente mareado con el poder y que no quiere ni tocar el piso. Siente que camina en el aire, es Vicente Mendoza Tellez, el jefe de la gubernatura.
Quien la semana pasada casi corrió al director del Instituto de la Vivienda, Alfonso Martínez de las oficinas de Palacio de Gobierno.
Alfonso Martínez arribó a Palacio de Gobierno luego de que su Jefe, el Gobernador, lo citara para tener una reunión y ver los avances de las demandas justo sobre vivienda y piso firme que solicitan los triquis.
Solo que para mala suerte de Alfonso Martínez, había reunión de gabinete y se quedó en una de las oficinas que se ubican al lado de donde se realizaba la reunión. Pues al salir Vicente Mendoza, sin más ni más, le preguntó en tono altanero: ¿Y tú qué haces aquí?
El pobre Alfonso le dice: Me citó el Gobernador, vamos a ver lo de las viviendas de los triquis.
A lo que de inmediato, en tono tajante, Vicente Mendoza le contesta: Esta es una reunión del gabinete legal, aquí están solo los de primer nivel, te voy a pedir que te retires, no tienes nada que hacer aquí.
Demasiados frentes los que le han abierto al Gobernador.
Quizás por ello, hoy prefiere ya no hacerse acompañar por el séquito de “yupis”, esa nueva clase política “rarita”, y en la fiesta, no solo bailó, se relajó, se comió hasta dos platillos de barbacoa y pasta al horno. El banquete fue traído de Santo Domingo Zanatepec.
Y no conforme con ello, tuvo el gesto de ir hasta la cocina para saludar a las cocineras que también llegaron del pueblo “Gulucheño” y les agradeció la exquisita comida.
Así se vio al Gobernador, relajado, animado, con gesto de sencillez en la fiesta del Judas Avilés, aquél que “no estaba muerto, andaba de parranda…”.
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