-El Auditorio Guelaguetza lució con un lleno total, donde asistentes corearon ¡Viva Oaxaca!
Texto: Jazmín GÓMEZ
Fotos: Faty Leyva y Jorge Pizarro
Con una brisa que envolvió a los asistentes por la torrencial lluvia de la capital del estado, se llevó a cabo en la rotonda de las azucenas el tradicional espectáculo de “Donají la leyenda”, como cada año, previo a los lunes del cerro.
El espectáculo dio inicio a las 20:30 horas de este domingo, aunque desde las 17:00 horas comenzaron a llegar decenas de personas para ocupar los palcos gratuitos C y D, después llegaron quienes ocuparían espacios en los palcos A y B, incluidos el Gobernador del Estado Alejandro Murat Hinojosa y el presidente municipal, José Antonio Hernández Fraguas.
En las escaleras que suben por Crespo, al Cerro del Fortín, hubo vendedores de tlayudas, tacos, barbacoa, cafés, así como de golosinas, sombreros de palma con la leyenda Guelaguetza, blusas típicas y diversos artículos.
Turistas locales y nacionales hicieron la actividad física obligatoria para llegar al escenario más visitado en Oaxaca en este mes de julio.
Presentadores del evento entregaron un reconocimiento a esposa, hijo e hija de Gustavo Pérez Jiménez, quien por muchos años fue la voz oficial de la Guelaguetza. Su esposa, la señora Teresa Martínez Parada expuso que “Gustavo fue un hombre que amó siempre a Oaxaca y puso en alto su nombre a través de su voz en narraciones por más de 49 años de la Guelaguetza”.
A las 20:30 horas y sin retrasos el sonido del caracol anunció el inicio de “Donají la leyenda”, representada por la bebé Regina Martínez Santos, y la joven Carla Martínez Platas, el asombro de asistentes se dejó ver en cada detalle, en las antorchas encendidas, en los vistosos colores de personajes en la guerra simulada entre mixtecos y zapotecos.
¡Arriba Oaxaca!, ¡arriba Oaxaca!, gritó previo al espectáculo una animadora que hizo que asistentes alzaran su celulares con la luz encendida para asemejar a un cielo estrellado al auditorio más importante de este estado, pues los chiflidos pedían que encendieran las luces, las cámaras y empezará la acción.
La representación teatral de Donají duró cerca de una hora y media, en ella cada año se representa el sacrificio de amor de la doncella zapoteca por su pueblo, pero además se cuenta la historia del amor que sintió por Nucano, un príncipe Mixteco.
Cuenta la leyenda que Donají, que significa “alma grande”, fue hija del Rey Cosijoeza, soberano de la ciudad de Zaachila e indígena zapoteca. Al nacer la doncella un hermoso festín se llevo a cabo en casa del rey.
Zapotecos y mixtecos enfrentaron juntos a los mexicas, que trataron en aquellos tiempos de conquistar la región de Oaxaca para anexarla a su imperio, pero una vez ganada la batalla, comenzó la discordia y disputa por territorios.
Nucano, el Guerrero Mixteca, fue prisionero por zapotecas y puesto a disposición del rey Cosijoeza, Donají se enamoro de él y por quién pidió su libertad.
Posterior a eso, Donají y Nucano alentaron a sus pueblos a terminar con la guerra y después de ello se pactó la paz pero mixtecas pidieron que la princesa fuera prenda para garantizar la promesa del Rey.
El amor a su pueblo hizo que la princesa avisara a los guerreros zapotecas que sus carceleros se encontrarían al anochecer en Monte Alban, donde fueron sorprendidos y diezmados por la gente de Cosijoeza.
Los mixtecos enojados sacrificaron a Donají y la sepultaron cerca del río Atoyac, al encontrar su cadáver, se cuenta, que de su cabeza había nacido un lirio silvestre que se convirtió en símbolo del pueblo zapoteco.
Nucano al convertirse en Gobernador del pueblo de Donají, se dedicó a velar por ellos y al morir fue enterrado en la iglesia de Cuilapan de Guerrero, donde también fue sepultada su amada.