-Muerte, llanto y desesperanza se respira en el nosocomio que cuenta con cinco acreditaciones
-Gobierno de Oaxaca de fiesta y el hospital agoniza, recriminan familiares de pacientes
– Hay una deuda superior a los 90 millones de pesos a proveedores que impide que puedan acceder a más créditos en medicamentos
-Si bien hay necesidades e insuficiencias no se vive la peor crisis, lo que existe es un desorden administrativo, justificó Celestino Alonso, secretario de Salud
Texto y fotos: Jazmín GÓMEZ
Mira al cielo y luego baja el rostro, lo envuelve entre sus manos y comienza a llorar, el corazón se le ha partido en mil pedazos “llevamos cuatro días y aun no le hacen sus estudios, su cita era en agosto fíjese…no entiendo, no entiendo”, dice Julia, abuela de la pequeña María que espera en un asiento gris, frente a un gran edificio con fachada blanca, azul y roja.
Al exterior un fierro amarillo impide el acceso y un letrero reza “Sr. Gobernador, el personal del Hospital de la Niñez pedimos solución a la problemática. La niñez oaxaqueña tiene derecho a la salud”, al costado el policía cuestiona “¿a dónde se dirige? y luego de tener una respuesta se da la vuelta.
Del lado derecho un grupo de hombres y mujeres sentados en sillas improvisadas cuchichean, conversan y ríen, tienen vestimenta blanca la mayoría; del lado izquierdo, al fondo y al exterior del edificio sobre asientos grises se ven a algunas mujeres con sandalias, blusas desgastadas, faldas de tela lisa, floreadas, colores vistosos, mientras los hombres se encuentran parados.
Un silencio envuelve el lugar, las pocas personas presentes ven a quien llega y luego retoman lo que están haciendo, ahí hay madres como Julia, María o Jimena, padres o hermanos como Dionisio, otros más esperan en un albergue que apenas tiene lo necesario.
GUELAGUETZA POR FAVOR, CLAMAN FAMILIARES
Familiares de pacientes de sólo dos meses de nacidos y nacidas y hasta los 16 años claman, Guelaguetza por favor, “se vale que allá afuera, del otro lado tengan fiesta, pero ¿y los niños y las niñas, no son importantes?, reprocha una joven.
Los niños y las niñas con uniformes azules y con fuertes dolores por esas duras enfermedades que atacan sus vidas, se encuentran en esas camas uniformadas de sábanas blancas y cortinas verdes que apartan a uno de otro paciente.
“Ser un hospital de especialidades pediátricas, con servicios acreditados y mejora continua de la calidad, orientado a la satisfacción de los pacientes y sus familias, y socialmente responsable”, se lee al exterior del edificio en la visión del hospital, el Hospital de la Niñez Oaxaqueña del que pocos se acuerdan en esta temporada vacacional.
Julia llegó a principios del mes pasado para traer a su pequeña nieta de dos meses de edad, quien no podía respirar, la revisaron y le hicieron una cirugía porque tenía reflujo severo, la dieron de alta y una cita para el mes agosto, pero se volvió a poner mal.
“Tenemos aquí más de cuatro días, nos dicen que venía con neumonía y convulsiones, desde ese día traía calenturita y no se le sale, nos dicen que necesita estudios para saber qué es lo que tiene pero que no pueden hacerlos porque no tienen el equipo, en un laboratorio sale en 4 mil 500 y pues…no tenemos”, reveló angustiada.
Julia llegó de Totolapa, que se encuentra a tres horas de la capital, va y viene explicó, porque busca conseguir dinero prestado para comprarle a “la bebé” medicamentos de 400 pesos para evitarle un poco el sufrimiento.
Ella está desesperada y cuestiona “no se vale, por qué a los maestros que hacen su paro, que no trabajan les están pagando y por qué en este hospital donde salvan vidas no se les paga, esto es una injusticia, ojala y el Gobernador nunca tenga una necesidad como esta porque solo así podría entendernos…hay un Dios y esperamos que él nos ayude”.
Otro caso es el de Jimena, madre de Rosita de sólo mes y medio de nacida, ella comenta que llegó el 12 de junio de este año al Hospital porque su bebé nació prematura, con problemas respiratorios y cardiacos.
“Le han dado su tratamiento pero ahora nos preocupa porque con este paro, pasaron a mi bebé con los que están más delicados, todos están en una sola área y de alguna manera hay un riesgo para los que están mejorando como mi bebé. Me dicen que los juntaron porque no hay personal, que están en paro”, comentó.
Jimena relató que quienes están en el poder, “hasta arriba”, prefieren invertir muchos millones, sin importar cuántos, en festividades como la Guelaguetza u otras pero no invertir en hospitales y en material que se ocupa para salvar vidas.
A su paso por el hospital dice que le ha tocado ver casos bastante delicados como el de una bebé a la que le tienen que hacer una operación pero le dijeron a su mamá que no se la pueden practicar porque no hay medicamentos ni material para hacérsela, “la Guelaguetza puede esperar, nuestros bebés no”, sentenció.
Dionisio, proveniente de Zenzontepec, es hermano de otro joven de 16 años de edad “a él le salió un tumor maligno en el hombro del lado izquierdo y no lo quisieron recibir en el hospital de Tlacotepec, aquí los recibieron pero también nos dicen que no tienen medicamento”, señaló.
Comentó que el mes pasado lo llevaron con un particular pero luego se regresaron a su casa porque se terminaron el poco dinero que tenían y cuando su hermano se volvió a sentir mal fue que buscaron ayuda en el Hospital de Especialidades, en donde les pusieron muchos peros para recibirlos pero con mucha insistencia lograron que los recibieran.
“Mandaron un pedazo de hueso que le habían quitado al hacerle los estudios, pero lo mandaron a Puebla porque nos dijeron que aquí no hay servicio y eso costó más de 3 mil 300 pesos, nos sentimos muy mal porque nos dicen que este es un hospital muy grande, bueno y del gobierno, pero hay cosas que no cubre el Seguro Popular”, explicó.
Dionisio solo trabaja el maíz y el frijol, él y su hermano salían a la ciudad para hacer trabajo temporal y tener algo de ingresos. Dionisio dice “a veces se puede estar de fiesta, pero nosotros en esta situación no podemos sentir fiesta, sólo tristeza en nuestros corazones, ojala pudieran meterle más a los medicamentos”.
LA PEOR CRISIS DEL ÚNICO HOSPITAL CON CINCO ACREDITACIONES
Leticia Hernández Jiménez, delegada sindical del Hospital de la Niñez Oaxaqueña “Dr. Guillermo Zarate Mijangos”, afirmó que se encuentran en la peor crisis en la historia del hospital debido a que ni el Seguro Popular ni los servicios de Salud de Oaxaca quieren invertir en infraestructura y medicamentos.
El Hospital de la Niñez cuenta con cinco acreditaciones que son: Por cumplir como establecimiento público, afiliado al Sistema de Protección Social en Salud con los requisitos en Capacidad, Calidad y Seguridad para la atención médica; en capacidad y seguridad para la atención médica al servicio de alta especialidad para hemofilia del fondo de protección contra gastos catastróficos.
Asimismo: al servicio de alta especialidad de trastornos pediátricos quirúrgicos, congénitos y adquiridos en Columba vertebral del fondo de protección contra gastos catastróficos; al servicio de alta especialidad de trastornos pediátricos quirúrgicos, congénitos y adquiridos en cardiovasculares del fondo de protección contra gastos catastróficos; y finalmente, en capacidad, calidad y seguridad para la atención médica de hematopías malignas, tumores sólidos fuera del sistema nervioso central y tumores sólidos del sistema nervioso central.
La delegada dijo que el problema mayor comenzó en abril de este año cuando el hospital pasó a ser un Organismo Público Descentralizado (OPD) y Seguro Popular entregó los recursos a los Servicios de Salud de Oaxaca, este último dejó de proporcionar medicamentos y material al Hospital de la Niñez para poder trabajar.
Desde abril, expresó, la dirección ha tratado de solventar el déficit en material y medicamento pero es con lo poco que ha podido debido a que existe una deuda superior a los 90 millones de pesos a proveedores que impide que puedan acceder a más créditos en medicamentos.
El Hospital de la Niñez Oaxaqueña recibió para este año 23 millones de pesos, cuando trabajando en condiciones de normalidad requeriría de al menos cien millones de pesos para solventar las necesidades en material y medicamento y dar mantenimiento a las instalaciones, comentó la delegada sindical.
Hernández Jiménez destacó que la deuda contraída se debe a que el Seguro Popular no cubre todos los medicamentos, tampoco cubre gastos catastróficos, sin embargo esa parte no la han comprendido muchos funcionarios públicos de la anterior y de la actual administración.
Precisó que con las acreditaciones que se cuenta se pudo haber tenido recursos a nivel federal sin embargo desde el 2016 en la Secretaría de Salud no han liberado el recurso porque supuestamente están analizando los expedientes que se subieron de ese año en la plataforma, lo que en gran parte afectó en el déficit que actualmente se tiene.
La situación es frustrante, comentó la delegada sindical, al señalar que pese al paro de casi diez días de paro parcial de labores las autoridades estatales y federales no ofrecen una solución inmediata, poniéndose en riesgo la vida de poco más de 50 pacientes que están albergados actualmente en el hospital y las decenas que a diario piden consulta, pues sólo cuentan con el 1 por ciento de medicamentos.
“Legisladores locales, federales y todo tipo de funcionario solo están viendo por el lado de si les conviene o no, de si les conviene hacer propuestas o hacerse publicidad con este problema, no por darle una solución permanente”, resaltó.
Finalmente, dijo que en el hospital hay más de 600 trabajadores, de los cuales poco más de 400 trabajadores reciben salario de los servicios de salud de Oaxaca pero llevan casi dos meses sin que les depositen, por lo tanto el poco trabajo que están haciendo es por mostrar que su compromiso está puesto en la niñez oaxaqueña.
De casi diez días de paro, solo una mesa de trabajo ha tenido sin que haya respuestas positivas, sólo les dicen que van a checar, van a analizar la situación del hospital “pero niños y niñas están con su enfermedad, no tienen tiempo para esperar”, puntualizó.
LO QUE HAY ES DESORDEN ADMINISTRATIVO: CELESTINO ALONSO
Celestino Manuel Alonso Álvarez, Director General de los Servicios de Salud de Oaxaca y Secretario de Salud, afirmó que en el Hospital de la Niñez Oaxaqueña si bien hay necesidades e insuficiencias no se vive la peor crisis, tampoco se está poniendo en riesgo la vida de niños o niñas, lo que existe es un desorden administrativo.
Comentó que desde hace meses autoridades estatales y federales han trabajado y sostenido reuniones con personal jurídico del Organismo Público Descentralizado (OPD) que es el Hospital de la Niñez Oaxaqueña, así como con el personal sindicalizado, atendiendo los planteamientos que hacen con motivo de su paro parcial de labores.
Reconoció que es importante la reorganización del Hospital para poder atender demandas de recursos humanos y materiales, de actualización y adquisición de equipo, así como de mejora en el aspecto de su infraestructura; tomando en cuenta que para ello se requieren 300 millones de pesos, pero eso no se traduce en que se encuentre en una situación crítica.
Mencionó que aun cuando el hospital no pertenece al sistema estatal de salud, la actual administración gubernamental tiene claro que se está brindando atención a un sector importante de la población oaxaqueña, que es la niñez, es por ello que los SSO cubren el pago de 450 plazas.
Habló de que hay ciertas inconsistencias en el hospital como el hecho de tener una deuda de 102 millones de pesos sin tener los respaldos presupuestales para ello, y que se tenga hasta un 60% de personal administrativo superior al que se requiere.
Asimismo sostuvo que al hospital se ha surtido 93 clases de medicamentos, así como 87 claves en material de curación, lo que hace falta son algunas claves estratégicas que no se traduce en desabasto, como lo alega el personal sindicalizado, sino en abasto insuficiente que se deriva también en que no hay una planeación mensual de lo que se necesita y hay medicamentos que no son de fácil acceso.
Grave es, puntualizó, que se diga que se lleva a la muerte por falta de atención a niños y niñas de Oaxaca, porque no es así, y están en pláticas para llegar a acuerdos con el personal sindicalizado, pero sobre todo para que el hospital esté operando en tiempo y forma mientras se trabaja en una segunda etapa para que sea dependiente de los Servicios de Salud de Oaxaca.