Jazmín GÓMEZ
*Al menos 13 estarán cerrados a reuniones o celebraciones
*Falta contabilizar los templos dañados en la región del Istmo de Tehuantepec
El Arzobispo de Oaxaca, José Luis Chávez Botello, afirmó que hasta ahora se tiene una contabilización de 33 templos afectados por el sismo del 7 de septiembre de 8.2 grados, la mayoría históricos y propiedad de la federación.
De estos 33, son 13 los que estarán cerrados a las reuniones y celebraciones eucarísticas.
Indicó que en la región el Istmo se tiene conocimiento que prácticamente todos resultaron afectados, sin embargo, hasta el momento no se ha hecho la contabilización porque ahora la prioridad es atender la vida humana.
Señaló que los templos dañados son los de: San Bartolo Coyotepec, San José Lachiguiri, Santa Rosa Buena Vista de la parroquia San Juan Teitipac, el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe; La Capellanía la rectoría del Patrocinio; Magdalena Mixtepec; Santo Domingo Ixcatlán que pertenece a parroquia de Santa María Yolotepec; la Capellanía de Nuestra Señora de la Defensa; Santa Ana Tlapacoyan, el de Macuizochitl, San Juan Guelavía y Abasolo, estos tres últimos de la parroquia de de Tlacochahuaya.
Asimismo: Santa Elena de la Cruz; San Pedro Quiatoni; San Jacinto Ocotlán, San Sebastián Ocotlán; el de Ixtlán; del Barrio Jalatlaco; La Merced; Santo Domingo Yojovi; San Juan Tabaa; San Martín Lachilá; La Soledad; La Compañía; Sangre de Cristo; Carmen Alto; Carmen Bajo; San Felipe Neri; Coatecas Alta; Santa María Chichihualtepec; Ejutla de Crespo y la Catedral.
“Reitero nuestra postura en colaborar a todo lo que sea en apoyo y ayuda a la vida, pero también en la misión de la reconstrucción de daños, sobre todo en la reconstrucción de la esperanza, solidaridad, de una vida más humana pero también a la reconstrucción material que va a ser más pesada, enseguida”, dijo el Arzobispo.
Indicó que en lo posterior el llamado a la reconstrucción de los templos será al Gobierno Federal porque todos los templos dañados de los que hasta ahora se tienen los datos, son templos antiguos e históricos, en uso y servicio antes de 1992 que son propiedad federal.
“Los dictámenes van a ayudar a jerarquizar precisamente prioridades en ese sentido, sin duda se dará prioridad a los más dañados y a los que tienen valor histórico y artístico. Las prioridades van a ser también conforme al uso y afluencia”, destacó.