*En su gran mayoría los asesinatos de mujeres han quedado en la impunidad y varios de los presuntos responsables siguen sin condena
Jazmín GÓMEZ
“Si nos matan que nadie descanse en paz”, “Ni una más”, “Justicia por Mara”, “No más impunidad”, son las frases que se leyeron este día en cartulinas y mantas que portó un grupo de mujeres que se manifestaron con una marcha del templo de Santo Domingo de Guzmán al zócalo de la Ciudad, frente a Palacio de Gobierno, para exigir justicia por Mara Castilla, joven asesinada con violencia en el estado de Puebla.
Mara Fernanda Castilla, de 19 años de edad, fue hallada muerta este viernes 15 de septiembre, tras una semana de haber sido reportada como desaparecida, con signos de haber sufrido violencia y fue víctima de abuso sexual. Su agresor, Ricardo Alexis Díaz, se encuentra detenido.
El hecho ha consternado al país, y en el caso de Oaxaca un grupo de mujeres entre ellas, integrantes del Consorcio Parlamentario para el Diálogo y la Equidad, protestaron para exigir justicia por Mara y se tomen medidas urgentes para evitar que más mujeres sean víctimas de violencia.
Yésica Sánchez Maya, de Consorcio, sostuvo que es necesario levantar la voz para decirle al Estado, que estamos hartas de la violencia hacia las mujeres, que hay mucho miedo porque ningún lugar es seguro, que no es posible que mujeres no puedan caminar libremente ni siquiera confiar en taxis de sitios oficiales.
“El Gobierno tiene que revisar y garantizar los protocolos de actuación, para que niñas, mujeres jóvenes y adultas no sigamos viviendo con miedo de que nos golpeen, nos secuestren, nos violen o nos maten”, advirtió.
Explicó que en Oaxaca, hasta la semana pasada y en lo que va de esta administración, se tiene un registro de 82 mujeres víctimas de feminicidio; en el sexenio de Gabino Cué Monteagudo se registraron 575, en el Gobierno de Ulises Ruiz 283; y si se suman los del sexenio de José Murat van más de mil 300 casos de asesinatos de mujeres en la entidad.
Destacó que lo grave es que prevalece la impunidad, pues a la fecha no se sabe cuántos responsables de asesinato, de violación o de agresión hacia las mujeres hay en las cárceles, en donde las autoridades dan poca importancia a la violencia contra las mujeres.