Sin el mayor recato, el que tanto ha criticado la corrupción del ex gobernador Gabino Cué Monteagudo y Jorge Castillo Díaz, hoy también realiza las malas prácticas al pretender colocar a su familia en cargos de elección popular, sin importarle pisotear los derechos de militantes.
Una descarada y abierta imposición que en Morena no se lo permitieron. Se van a encuesta y los que salgan con los números arriba, serán los electos.
Nos referimos al Senador de la República, Benjamín Robles Montoya, quien colocó en la lista del Partido del Trabajo como candidaturas prioritarias a su esposa Maribel Martínez como aspirante al Senado, su hijo Luis Alonso Robles Villalobos por el distrito electoral Oaxaca Norte, en tanto que él, iría por Oaxaca de Juárez a la diputación federal.
En la lista mágica de Robles Montoya también colocó como segunda prioridad a sus empleados: César Morales Niño, como aspirante a diputado federal por el distrito de Teotitlán; Erick Mesa en el distrito local de Ixtlán de Juárez; Noé Doroteo a la federal por Tlacolula; Daniel Juárez López a la local por Santa Lucía del Camino y Miriam de los Ángeles Vásquez a la local por Oaxaca Sur.
Solo que el PT va en alianza con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y aquí viene el problema para Robles Montoya, porque aún cuando su pretensión es colocar en primerísimo lugar a su familia, pues ya sufrió el primer revés y nada menos que de la mandamás de ese instituto político a nivel nacional, de Yeidckol Polevnsky.
El pasado miércoles 11 de octubre a invitación del propio Benjamín Robles Montoya, se realizó una reunión en la sede nacional del Partido del Trabajo en México a las 17:00 horas, donde fueron invitados el presidente nacional de Morena, Roberto Anaya y la misma Yeidckol Polevnsky, a quienes jamás les dijeron de qué se trataría dicho encuentro.
Pues resulta que el vivillo de Montoya llevó a toda su parentela y a algunos de sus candidatos, incluso hasta Hita Ortiz estuvo presente, para presentarles a los mandamases de Morena que ellos eran la prioridad y que irían como candidatos coaligados con dicho partido de Andrés Manuel López Obrador.
Sin permitir que terminara de hablar, Yeidckol Polevnsky se levantó de la mesa y muy molesta le espetó: “Yo no te voy a permitir eso, en Morena no operamos así, aquí no vamos a dar cuotas”. “Todos los aspirantes se van a encuestar y así se va a decidir quiénes serán los candidatos y la lista que me la de Beto Anaya”.
¡Plop!
Acto seguido, Yeidckol Polevnsky se retiró de la sede de la reunión dejando con un palmo de narices al descompuesto Senador petista, a quien Beto Anaya trataba de consolar diciéndole; “Cálmate, cálmate”, en un intento de apaciguar los ánimos.
Con este primer incidente, quedó demostrado que Robles Montoya ya no transita bien en Morena, lo que por supuesto, lo mete en serios aprietos, puesto que al irse a encuesta sus candidatos, principalmente su esposa Maribel Martínez que en las últimas mediciones de julio salió con un 5%, resultado que no le da para una candidatura, no hay ninguna seguridad de ser considerados en Morena.
Lo que Benjamín Robles quiso hacer en Morena en esa reunión en la Ciudad de México, fue un intento de imposición, pero tratando de sorprender a los mandamases del Movimiento de Regeneración Nacional, incluso tenía hasta planeado que cada uno de sus aspirantes hablara para que vieran lo que traen, pero no se lo permitieron.
Ahora bien.
Además de esos dos grupos de aspirantes que tiene, uno como prioridad que es el de su familia, y en segundo lugar si llegara a cuajar, la lista de sus empleados, hay un tercer grupo al que le ha prometido las perlas de la Virgen.
En este último, se ubican el presidente municipal de Tuxtepec, Fernando Dávila a quien le prometió meter a su esposa en el número uno de la lista plurinominal de las diputaciones locales, en tanto que al munícipe la posibilidad de reelegirse y hasta ser candidato a la diputación federal.
Y el presidente Dávila, me dicen, en un principio sí se la creía, pero después que ha ido conociendo la forma de conducirse del Senador petista, pues solo le da el avionazo, máxime que ya está enterado que en Morena no lo quieren.
Robles Montoya le fue a prometer lo mismo al edil de Pochutla, Víctor Cruz, el “Colorín”, las diputaciones local, federal y reelección municipal, fuera de toda dimensión, tratando de sorprender a los ediles, mientras que a Félix Serrano Toledo de Ixtepec, le propuso ser candidato a diputado local por Salina Cruz.
Y a Pastor Girón le ofertó la candidatura a diputado federal por Salina Cruz y a Rosendo Serrano Toledo, el lugar número uno de la lista plurinominal a diputados locales.
¡Qué tal!
Solo que los hermanitos Serrano Toledo tampoco se la creyeron y hoy al no transitar con Morena, están buscando la posibilidad de regresar al Partido de la Revolución Democrática (PRD), donde seguramente los recibirán con los brazos abiertos.
¡Qué cosas!
Por lo pronto, a Benjamín Robles Montoya ya se le complicó el panorama político, todo por pretender beneficiar a su familia con las candidaturas.
¡No tiene llenadera!
EL “COMBO MORENA”: CAMIONETA, SUBAUDITOR Y UNA LANA
Por lo visto a la fracción parlamentaria de Morena en la LXIII Legislatura del Estado, no les han quedado claro los principios que rigen al partido de Andrés Manuel López Obrador: “No robar, No Mentir y No Traicionar”.
En vísperas de aprobarse la propuesta del Gobernador Alejandro Murat Hinojosa para presidir el Órgano Superior Fiscalizador, cuya imposición recaería en Guillermo Megchun Velásquez, quien no es oaxaqueño y tampoco cumple con el requisito de los 5 años de residencia.
Pues a los morenos ya les ofertaron el “combo”, el cual consiste en una camioneta para cada uno de los diputados de Morena, un recurso económico y un subauditor, puesto que se conformará el nuevo organismo por un auditor y cuatro subauditores.
Los diputados de Morena, Javier Velásquez y Fernando Estrada son los artífices de esta “negociación” con el PRI, y pretenden que este miércoles pueda quedar ya el acuerdo con los coordinadores del PRI, del PRD y del PAN, puesto que con estas dos últimas fracciones ya hay acuerdos.
De los cuatro subauditores que tendrá el nuevo organismo público, la propuesta es que dos son para el PRI, más el Auditor, por supuesto, uno para el PRD y uno para Morena, así lo tienen distribuido, solo que en la fracción parlamentaria morenista están divididos, cinco diputados están en contra de la imposición y seis pretenden avalarla.
Lo que conlleva al gravísimo riesgo de que la bancada de Morena públicamente se fracture y eso tendrá costos muy caros en las elecciones del 2018 que ya está a la vuelta de la esquina y sería la desobediencia a las instrucciones de Andrés Manuel López Obrador, cuya orden es que no avalarán la propuesta de Murat Hinojosa.
Sin embargo, el “combo” que el PRI le propuso a los morenos es muy tentador, dicen que hasta al coordinador Irineo Molina Espinoza le tienta la oferta y de ser así, Morena va a valer en el 2018.
CORREO: nivoni66@gmail.com
TWITTER: @Gelosnivon
FACEBOOK: Maria Nivon Molano
FAN PAGE: Primera Línea MX