Lo que tanto le criticaron al gobierno de Gabino Cué Monteagudo con los millonarios subejercicios por no ejercer los recursos federales en tiempo y forma, hoy el titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Pesca y Acuacultura (SEDAPA), Eduardo Rojas Zavaleta se lleva las palmas por la inoperancia en que tiene sumida a esa dependencia estatal.
Cómo es posible que en un sector tan importante y a la vez tan sensible, como el campo, hoy se esté en gravísimo riesgo de que la SEDAPA tenga que devolver a la Federación cerca de 610 millones de pesos de los programas PESA, Concurrencia y Sanidad Vegetal, luego de que el operador principal de los recursos Joaquín Fernández Grajales, Subsecretario de Agronegocios y Organización, no ejerciera ni un solo peso.
Mientras el programa PESA tiene situado recursos por 430 millones de pesos del 2017, el de Concurrencia 120 millones de pesos y Sanidad Vegetal 60 millones de pesos, Eduardo Rojas Zavaleta tiene hasta el 31 de enero de 2018 para ejercerlos o se regresarán a la Federación, como ocurrió con el Gobierno de Gabino Cué Monteagudo.
¡Qué criminales!
Tanto Lalo Rojas como Fernández Grajales traen un pleito de intereses con el delegado de la Sagarpa, Lino Velásquez Morales, puesto que ambos grupos no han logrado ejercer en su totalidad los recursos de los diversos programas, porque cada uno trae sus proyectos y a sus proveedores y jamás se ponen de acuerdo.
Pero tampoco pueden sentarse con el Gobernador Alejandro Murat Hinojosa para exponerle el problema, porque de inmediato se daría cuenta el Mandatario oaxaqueño, que el atorón en SEDAPA no es un asunto de normatividad, sino de “negocios”.
¡Qué tal!
Del programa PESA, el cual han estado condicionando, lo único que hizo Lalo Rojas y su operador Joaquín Fernández fue contratar a las agencias de consolidación y desarrollo del empresario rural, pero también colocó a sus familiares, como el caso de su sobrino Cristian Cesar Zavaleta Cruz, a quien contrató como ADR de la región de Miahuatlán.
Y uno de los “negocios” más prósperos que han tenido en la dependencia estatal, es que Joaquín Fernández es productor de plantas de cacao, café, limón y mango, y es proveedor de la SEDAPA, aunque la contratación la hace a través de un prestanombres y con una empresa, en la que por supuesto, su nombre no aparece.
Y aquí hay un asunto gravísimo de presunta corrupción que viene arrastrando Joaquín Fernández Grajales, cuando fuera titular de la SEDAPA, Jorge Carrasco Altamirano, el primero de ellos supuesto dueño de la empresa Agrotrópico, la cual fue denunciada por productores de la zona chatina, específicamente de Tataltepec de Valdez, según expediente 4377/FPE/2016, por falsificación de documentos.
De acuerdo a la denuncia presentada, supuestamente les fueron entregadas a los productores semillas de maíz por parte de Joaquín Fernández, pero ese beneficio jamás lo recibieron los beneficiarios y lo más grave es que les habrían falsificado sus firmas, como también se relata en la carpeta de investigación con número 002/SEDAPA/DJ/PNE/2016.
Por supuesto la empresa Agrotrópico cobró los recursos de esas semillas de maíz a la SEDAPA, porque era una de las proveedoras.
La responsabilidad que hoy realiza el Subsecretario de Agronegocios y Organización le corresponde a Jorge Guerrero alias “La Guerrera Vengadora”, subsecretario de desarrollo agropecuario, pero lo tienen “congelado” por instrucciones de Lalo Rojas, quien giró órdenes en la dependencia estatal para que todo la operatividad lo vean con Joaquín Fernández.
Aunque hay voces que aseguran que “bajo el agua”, Jorge Guerrero Sánchez, ex edil de Cuicatlán, donde por cierto no hizo la entrega recepción a las nuevas autoridades municipales, también hace “negocios” con los proyectos agrícolas, pero no es de las confianzas de Lalo Rojas.
El titular de SEDAPA no ejerce los recursos federales para el campo, pero qué tal organizó una Expo-Ganadera en su región natal, en Pinotepa Nacional donde se gastó hasta 2 millones de pesos y ha organizado también eventos como la entrega de básculas ganaderas a productores, las cuales su operador pide a los proveedores que se las regalen y al final termina cobrándoselas a los beneficiarios.
Insisto, es un estuche de monerías el señor Rojas y lo que pide a gritos es que no lo hagan candidato a diputado, puesto que le conviene más seguir en la SEDAPA, precisamente por los redituables “negocios”.
Un tema que también les ha hecho mucho ruido es la falta de pago a 150 trabajadores extensionistas (técnicos) que terminaron su trabajo desde noviembre del año pasado y los que oficialmente no fueron contratados, pero sí les exigieron un mes de sueldo como comisión para poder pagarles apenas una parte.
Estos empleados del Componente de Extensionismo, Desarrollo de Capacidades y Asociatividad Productiva 2017, emitieron una carta pública el pasado 6 de noviembre de 2017, donde pedían a Sagarpa y SEDAPA les fueran pagados sus salarios, puesto que ellos ya habían terminado su trabajo.
En ese entonces estaba prevista la llegada de Pepe Calzada, secretario nacional de la Sagarpa y tanto Lalo Rojas como Lino Velásquez se vieron en aprietos para liberar por lo menos una parte del adeudo con estos técnicos, puesto que estaban advertidos de que le armarían un escándalo con la visita del Secretario.
Solo así los afectados lograron que les liberaran un mes de salario y el resto hasta el momento no les ha sido pagado. Ellos son del Programa de Concurrencia.
Y ya para rematar con este escándalo de corrupción e inoperancia en la SEDAPA, les comento que justo en la pasada Expo-Ganadera de Pinotepa Nacional, a Lalo Rojas y Joaquín Fernández se les cebó un millonario “negocio”.
Pretendían traer a El Bronco (Jaime Rodríguez Calderón) Gobernador con licencia de Nuevo León, para la entrega de 20 millones de pesos destinados a la compra de ganado, pero traerlos de Monterrey, el cual venderían a los productores al doble del precio normal, solo que les jalaron las orejas y se canceló la operación.
Fernández Grajales también tiene antecedentes empresariales con empresarios de Nuevo León, con quienes construyeron un centro de acopio de mango en Río Grande, principalmente de la variedad ataulfo en el 2016, sin embargo, Joaquín no acopió ni una sola fruta y hace apenas unos meses tuvo que se ser desmantelado a pesar de que haber contado con subsidio oficial.
No es posible que con todos estos antecedentes turbios, todavía sostengan en el cargo a Joaquín Fernández Grajales, uno de los mayores invasores de tierras en Río Grande, principalmente en Roca Blanca, que ha hecho tanto daño a un sector tan importante como es el agrícola.
Por lo visto la Secretaría de la Contraloría y Transparencia Gubernamental a cargo de José Ángel Díaz Navarro tiene mucho trabajo que hacer en la revisión de las cuentas y de los programas de la SEDAPA, tiene que abrirse la investigación de los presuntos malos manejos de recursos por parte de quienes operan esa dependencia estatal.
Sería criminal que los recursos por 610 millones de pesos de los programas PESA, Concurrencia y Sanidad Vegetal se regresaran a la Federación por no ejercerlos.
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