Resulta por demás preocupante la situación que prevalece en los Servicios de Salud de Oaxaca, la cual no se reduce a sólo un problema financiero o de índole laboral. En realidad, esto es resultado de años de abandono, irresponsabilidad y corrupción en el manejo de una de las instituciones centrales para la vida y el bienestar de los oaxaqueños, que debe ser saneada a fondo, con la colaboración y el respaldo de todas las partes involucradas.
Por esa razón, en mi calidad de Diputado local y de Presidente de la Mesa Directiva de la LXIII Legislatura del Estado de Oaxaca, hago un llamado urgente y respetuoso tanto al Gobierno del Estado, para que a través del titular de los Servicios de Salud, doctor Juan Díaz Pimentel, plantee a la brevedad las soluciones que demanda un problema de alta complejidad como el que ahora enfrenta esta institución, en el marco del respeto a los derechos adquiridos por los trabajadores.
Del mismo modo, el llamado es extensivo e indispensable para el Comité Ejecutivo y los trabajadores agremiados en la Sección 35 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, y demás organizaciones de trabajadores, ya que sin su colaboración, voluntad e importancia en el correcto funcionamiento de los servicios de salud, será imposible encontrar la solución que apremia frente a un problema de esta dimensión.
Nadie tiene el derecho a poner en riesgo la prestación de los servicios de salud. Los responsables mediatos e inmediatos de la generación de este grave problema financiero, deben ser investigados, procesados y presentados ante la justicia. Y quienes tienen la responsabilidad de brindar atención a la población que lo demanda, deben privilegiar su trabajo y la importancia que éste tiene para el bienestar de las familias de quienes menos tienen, por encima de cualquier otra circunstancia.
Con la salud no se juega. Y por eso todos debemos ponderar la urgencia de encontrar las soluciones que demandan las circunstancias, pero sin sacrificar los servicios que le permiten vida y salud a cientos de miles de oaxaqueños.
Atentamente,
Dip. José de Jesús Romero López