Una madre de familia denunció a través de Facebook que su hijo Uriel, de dos años de edad, fue víctima de discriminación en un restaurante de mariscos en Otay por tener Síndrome de Down.
Entre lágrimas, Karina Gómez señala que ella y su bebé llegaron al negocio y esperaron más de 15 minutos a que la mesera se acercara a su mesa y los atendiera, pese a que familias que arribaron después de ellos fueron atendidos de inmediato.
E incluso las empleadas se codeaban unas a otras para decidir quién les brindaría el servicio.
Ante tal situación la madre de familia optó por salir del negocio, hablar con un encargado y expresar su queja en un video.
En él manifiesta la tristeza que siente por la forma en que su hijo fue tratado por ser físicamente diferente, recalcando que se trata de una condición y no de una enfermedad que se contagia solo al ver o tocar al bebé.
Asimismo hizo un llamado a la sociedad para sensibilizarse ante las personas con Síndrome de Down y valorarlas y tratarlas como alguien normal.