De última hora, cuarto para las 18:00 horas, acompañada por banda de música y con las mismas mujeres que acompañaron a Yarith Tannos del Organismo Nacional de Mujeres Priistas (ONMPRI), se registró Mariana Benítez Tiburcio como precandidata al Senado de la República por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Con blusa blanca y pantalón de vestir negro, la diputada federal llegó con paso firme y convencida mientras que más de un centenar de personas le echaban porras como “¡Mariana, amiga, los jóvenes contigo!, ¡Se ve, se siente, Mariana está presente!, ¡Mariana, amiga, las colonias están contigo!”
Rebeca Cervantes, delegada federal de la Profeco, y Alfredo Delgado, de la Red de Jóvenes por Mexico, también posaron para la foto en respaldo de la priista.
En un discurso ambiguo y falto de contenido, Mariana Benítez expresó que decidió registrarse como precandidata al Senado porque desde hace trece años ha hecho puentes y trazado sinergias con hombres, mujeres, con presidentes y presidentas municipales y con la gente de la comunidad.
“Seré respetuosa absoluta de las reglas y de los procedimientos que se han marcado por la comisión de procesos, esperaremos los tiempos pero quiero decirles que mi mayor anhelo siempre ha sido y mi gran sueño trabajar por mi estado desde la trinchera que se pueda y también por un proyecto nacional, así que me mueve, soy madre de familia, soy oaxaqueña y tengo todos mis anhelos puestos en mi estado y voy a actuar con la mayor responsabilidad”, expuso en su discurso.
En entrevista, sobre los señalamiento de corrupción a integrantes de su partido en el tema de apoyos a personas damnificadas sostuvo que se debe tomar en cuenta ya qué hay señalamientos que también pueden ser mensajes electoreros.
“Hay que tener mucho cuidado en distinguir cuáles son todas esas declaraciones estridentes donde se lanzan acusaciones sin demostrar y que, si son acusaciones realmente con fundamento y si hay argumentos para exigir responsabilidades, pues lo haremos en su momento”, puntualizó.