El Arzobispo Emérito de Oaxaca, José Luis Chávez Botello, afirmó que será la sociedad y la propia iglesia la que juzgue lo que hizo bien o mal en su encomienda, por su parte deja tranquilo el cargo de Arzobispo, que le fue conferido por el Papa Francisco a Monseñor Pedro Vázquez Villalobos.
Mencionó que hasta ahora ha tenido calma y los frutos que dejan será la iglesia y la propia comunidad cristiana de Oaxaca la que los tendrá que valorar en lo posterior.
Destacó que en la entidad, hace falta mucho por hacer, existen grandes vacíos como lo es la falta de una educación en valores, en donde se requiere la decisión de todos y todas y no de unas cuantas personas.
Indicó que durante el tiempo que ha ocupado el cargo de Arzobispo, ha palpado que en la sociedad oaxaqueña se está perdiendo lo fundamental que son los valores, el respeto por las demás personas, la honestidad, el hablar con la verdad, tener la capacidad de escucha y librarse de toda ideología con las que se cree que sólo existe una manera de pensar.
El también administrador apostólico de la Arquidiócesis resaltó que mientras no se vuelva al piso de los valores podrán pasar cien o más años en Oaxaca y podría seguirse desintegrando la sociedad.
En su comunicado, comentó que llega una nueva etapa de fe y esperanza para Oaxaca con el nombramiento del octavo Arzobispo de Antequera Oaxaca, una noticia que llenó de alegría de feligreses de la entidad.
“Los cambios, desde la fe, son oportunidad para reafirmar la confianza en la voluntad de Dios y dejarnos conducir por el Espítitu Santo, Guía principal y permanente de la Iglesia de Jesucristo; Él es el que elige y envía a los pastores para cada etapa del peregrinar de la Iglesia y de cada Iglesia Local”, refirió.