+ Conferencista en la BUAP, el funcionario universitario dijo que corresponde a los Órganos Internos de Control comprobar que servidores públicos, empresas o particulares cumplen con las disposiciones normativas
PUEBLA, PUEBLA, febrero 25.- Es momento de acabar con los lastres de la corrupción que dañan a la administración pública y que constituyen los hallazgos de la auditoría interna, afirmó aquí el Contralor General de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), C.P.C. Hilarino Aragón Matías.
Conferencista en el “Foro sobre el Sistema Nacional Anticorrupción y su aplicación en las Contralorías de las Universidades Públicas”, celebrado el pasado 15 de febrero en el Complejo Cultural Universitario de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), refirió que dentro de estos hallazgos figuran la discrecionalidad en el ejercicio del gasto, la falta de planeación y de normativa alineada a los objetivos de los fondos.
Ante Contralores Generales de las Universidades públicas del país, que integran la Asociación Mexicana de Órganos de Control y Vigilancia en las Instituciones de Educación Superior, A. C., Aragón Matías señaló otros casos, como la falta de documentación justificativa del gasto, precios de bienes y servicios notoriamente mayores a los de mercado, que llamó “inauditos”, o hasta operaciones inexistentes, que redundan en el enriquecimiento ilícito evidente de los servidores públicos involucrados.
Presentes también autoridades educativas y universitarios poblanos, aclaró que la función de los Órganos Internos de Control “no es la fiscalización, sino establecer mecanismo de control y de prevención para detectar anomalías, corregirlas y evitar su recurrencia”.
Precisó que esta tarea corresponde a los Órganos de Fiscalización Superior, como la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la Secretaría de la Función Pública (SFP) o los Órganos Superiores de fiscalización estatales.
El Maestro Hilarino Aragón disertó sobre “El Sistema Nacional Anticorrupción y sus implicaciones en la función de auditoría interna”, y puntualizó que si bien es cierto que la función de auditoría interna la lleva a cabo el Órgano Interno de Control, también es importante que su independencia esté garantizada por la ley para llevarla a cabo.
En el marco del Sistema Nacional Anticorrupción, en vigor desde el 19 de julio del 2017, dijo que corresponde a los Órganos Internos de Control la función de auditoría interna para comprobar que los servidores públicos, empresas o particulares, con los que contrata el ente público, cumplieron con las disposiciones normativas o, en su caso, sancionar las faltas administrativas no graves y proporcionar la información respecto de las faltas no graves para denunciar la comisión de delitos.
“Es aquí donde radica la importancia de la función de auditoría interna, por ser donde se reúnen los elementos para la elaboración del Informe de Presunta Responsabilidad Administrativa”, subrayó.
El Contralor General Universitario insistió en la importancia que tiene la implementación del Sistema Nacional Anticorrupción, a fin de recuperar la confianza de la sociedad hacia el gobierno, defender los principios de rendición de cuentas, integridad y transparencia del sector público; en pocas palabras, erradicar prácticas indebidas y generar una cultura de “cero tolerancia a la corrupción”, manifestó.
Habló igualmente del perfil del auditor interno, con integridad y buena reputación, capacitación continua y habilidades para investigador, que sea capaz de detectar hechos de corrupción y, en su caso, denunciar la comisión de delitos, en su función de control de los recursos públicos.
Se refirió, además, a los principios que debe cumplir todo servidor público, en los términos de la nueva Ley General de Responsabilidades Administrativas, y que los auditores internos con mayor razón deben respetar y son: Disciplina, lealtad, objetividad, profesionalismo, honradez, imparcialidad, integridad, rendición de cuentas, eficacia y eficiencia.
El C.P.C. Aragón Matías insistió en los dos ejes fundamentales sobre los que debe llevarse a cabo la auditoría interna: El de responsabilidades en el cumplimiento de sus obligaciones y de denuncia de los actos de corrupción; y el de compromisos con la cultura de la integridad y la honestidad, así como con la transparencia y la rendición de cuentas.
Todo esto se logra mediante la documentación de los factores de riesgo, hipótesis, control anticorrupción y priorizar los recursos de manera más estratégica, porque “el cumplimiento controla los riesgos”, sostuvo.