En su última participación ante los presidentes y directores de los 50 bancos que operan en México, el presidente Enrique Peña Nieto pidió hacer buenas cuentas y reconocer los logros alcanzados en su administración, si bien asumió la persistencia de retos, rezagos y aquello “donde no hemos sido suficientemente asertivos’’.
Porque, para el mandatario, “cuando volteamos hacia atrás (y) vemos los retos que teníamos, lo que hemos alcanzado, vale la pena decirlo, reconocerlo’’, pues la economía mexicana en este sexenio ha tenido un crecimiento constante con un acumulado de 13 por ciento, ha captado más de 170 mil millones de dólares de inversión extranjera directa (IED) y cuenta con un sistema financiero sano.
Frente a un auditorio ante el cual bromeó por lo largo de los discurso de los banqueros y funcionarios que lo precedieron, el presidente Peña mostró también sus expectativas en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
En la adecuación de ese instrumento se llevan ya siete rondas y ello “acredita y evidencia la voluntad que hay de los tres países de alcanzar un acuerdo. Y estamos en esa ruta, nos mantenemos firmes en la voluntad y el optimismo de lograr algo muy bueno’’ para los socios de este pacto, apuntó.
Luego, en el recuento de las reformas estructurales impulsadas en su gestión, puso acento en los cambios tributarios, gracias a los cuales, aseguró, el Estado pasó de depender 39 por ciento de la renta petrolera para sus ingresos a inicios de sexenio, a 16 por ciento el año pasado.
Sin embargo, sobre esa modificación del régimen impositivo admitió: “sé que ese fue un paso no muy popular, no muy aplaudido, pero apenas indispensable y necesario. Ustedes lo saben, son los financieros, que de no haberse hecho la reforma fiscal, tan vapuleada, con pamba china que trataron entonces al Presidente y a todos los hacendarios (…) realmente el escenario tan adverso hubiese deparado un destino mucho más difícil y trágico para la economía nacional’’.
Y para ilustrar el efecto de esos cambios, hoy los ingresos tributarios que al principio del sexenio eran equivalentes a 8.3 por ciento del producto interno bruto, ya alcanzan a ser de 13.2 por ciento del PIB.
Peña Nieto fue más lejos al defender esa reforma, porque si bien, admitió, los ingresos por impuestos están todavía muy por debajo de otros países y de otras economías mucho más desarrolladas “en las que, a veces, vemos en el espejo y ya quisiéramos ser como ellas, pero lo que luego no nos gusta es reconocer cuál es la contribución que las sociedades de esos países hacen precisamente al ingreso y a los recursos que el gobierno invierte para atender las necesidades’’.
Para Peña Nieto, todas las reformas de su sexenio han sido positivas para la población, y especialmente las que impulsan el crecimiento de la economía, el cual ha sido constante durante toda esta administración.
Nunca en los pasados más de 30 años, nunca en un sexenio, la economía había mostrado un crecimiento constante, a lo mejor no al óptimo que quisiéramos, pero sí un crecimiento constante. El acumulado ha sido de 13 por ciento, cifra superior al 7.4 por ciento y 6.8 por ciento de las dos administraciones anteriores. Y, sin duda, con las bases que se han sentado habremos de crecer más.
Cuando en estos días la Asociación de Bancos de México invitó para su convención anual a todos los aspirantes a la Presidencia de la República, el jefe del Ejecutivo dijo que cuando él estuvo aquí en esa misma condición hace seis años, trazó una agenda para impulsar el desarrollo del país que buscó cumplir durante su administración.
“Hoy podemos afirmar que ese objetivo se ha venido cumpliendo y se ha logrado atender en un entorno que hace seis años no era previsible, no era conocido. El escenario que nos tocó vivir con la caída de los precios del petróleo, con la volatilidad que se empezó a apreciar en los mercados internacionales, con la animosidad al riesgo que se dejó sentir, como también las políticas en varios países en torno a una economía (que) empezó a modificarse para querer revertir la globalización, la interconexión, el mercado abierto y buscar revertir este escenario hacia un aislamiento.’’
Frente a ese entorno, México logró mantener su estabilidad y crecimiento económicos, enfatizó el mandatario.