René, integrante de la Confederación de los Trabajadores de México (CTM), murió ayer tras ser atacado a balazos en la colonia La Paz, Santa Cruz Xoxocotlán.
Aún con vida, con dos impactos de bala, el cetemista había sido trasladado a una clínica particular por paramédicos voluntarios, pero lamentablemente falleció en el nosocomio.
Serían las 06:30 horas, cuando el contratista de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca (Sapao), salió de su domicilio que se localiza en la colonia La Paz de Santa Cruz Xoxocotlán, a bordo de su camioneta Nissan tipo estaquitas NP300.
Circulaba en la avenida de Las Américas, cuando bajó la velocidad de la camioneta.
A los pocos instantes, dos hombres desconocidos que viajaban en una motocicleta se le acercaron.
Uno de los dos jóvenes saco una pistola y empezó a dispararle en repetidas ocasiones.
Al ver que había logrado su objetivo, el asesino subió a la motocicleta y escapó rumbo al bulevar Guadalupe Hinojosa, de Xoxocotlán.
El hombre lesionado a la altura del abdomen y otro en las piernas por los disparos de arma de fuego, bajó de la camioneta, trató de caminar y pedir ayuda.
Vecinos al escuchar las detonaciones y personas que esperaban su taxi en la base de taxis colectivos lo auxiliaron.
Pidieron una ambulancia, más tarde llegaron elementos de la Policía Municipal de Xoxo y de la Policía Estatal.
Paramédicos voluntarios que arribaron, lo reanimaron y lo trasladaron a la sala de urgencias de un hospital particular.
Desafortunadamente al entrar al quirófano, los médicos certificaron que había dejado de existir.
Enseguida se dio parte a elementos de Agencia Estatal de Investigación (AEI), quienes realizaron las diligencias correspondientes, en compañía de peritos de la Fiscalía General del Estado.
Al terminar con la inspección, ordenaron el levantamiento del cuerpo y lo trasladaron al anfiteatro de la ciudad para la práctica de la necropsia de ley
Otro grupo de agentes arribaron al lugar donde ocurrió la agresión, levantando un casquillo percutido calibre 9 milímetros y cuatro perforaciones en la puerta.
“Pobre señor, me asusté mucho, primero escuché los disparos de arma, después el señor gritaba que lo ayudaran, pedía por favor el auxilio, pero no podíamos hacer nada, hasta que llegaron los policías”, dijo una mujer
“Gracias a Dios no había parado nadie esperando el taxi o un niño que va a la escuela, cerraron la calle y hasta las clases se suspendieron”, añadió.