Ciudad de México.- La eventual cancelación de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México implicaría pérdidas por 120 mil millones de pesos, no sólo por el desperdicio de lo ya edificado y los recursos que implicaría la liquidación de personal, sino por penalizaciones relacionadas con contratos incumplidos, sostuvo el director general del Grupo Aeroportuario de Ciudad de México (GACM), Federico Patiño Márquez, quien aseguró que el avance de la obra es de 45 por ciento.
El vocero del gobierno de la República, Eduardo Sánchez, subrayó que la elección del sitio donde se edifica la terminal aérea fue decidida tras estudios realizados por expertos reconocidos a escala mundial, quienes la consideraron la mejor opción posible. Enfatizó que la obra no sólo pretende consolidarse como alternativa para la navegación aérea y para solucionar la saturación del aeropuerto actual, sino involucra un proyecto de recuperación ecológica de unas 5 mil hectáreas.
Sánchez destacó que, además de los beneficios económicos, la construcción cumplirá “con la más altas especificaciones de sustentabilidad ambiental para un área equiparable a la bahía de Acapulco. Agregó: El conjunto de beneficios que está detrás de este trabajo es una afirmación de la visión de Estado del presidente Enrique Peña Nieto, quien resuelve necesidades con soluciones eficientes y de largo plazo, no con paliativos sin perspectiva de futuro.
Llegar hasta donde se pueda
Interrogado sobre el impacto en la obra si en los comicios presidenciales ganara una opción contraria al proyecto del aeropuerto, Sánchez fue directo: El gobierno tiene el compromiso de construcción, que terminará el 30 de noviembre de 2018. Se avanza conforme al cronograma y la expectativa es llegar hasta donde se pueda.
Durante una rueda de prensa conjunta, Patiño se refirió, a pregunta expresa, al origen de los 30 mil millones de pesos que se captaron para el proyecto –la semana pasada– mediante la Fibra E (Fideicomiso de inversión en infraestructura o energía). Dijo que 45 por ciento proviene de las Afore de los trabajadores, 54 por ciento de fondos de inversión y uno por ciento internacionales.
Secuela de los planteamientos del precandidato de la coalición Juntos Haremos Historia a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, de cancelar el proyecto, Patiño sostuvo que el nuevo aeropuerto no está concebido como un programa de gobierno, sino como un programa con visión de Estado. Hasta el momento ha involucrado la participación de mil 750 empresas, 90 por ciento mexicanas. En la actualidad mantiene activas 292 compañías.
El director del GACM subrayó que la definición de Texcoco como lugar para la obra tiene sustento en estudios aeronáuticos, hidrológicos, geotécnicos y ambientales.
Explicó que en dichos estudios participaron organismos altamente especializados, como el Mitre, que es el centro de investigación aeronáutica más avanzado del mundo, y la Organización de Aviación Civil Internacional (IATA, por sus siglas en inglés).
De ifual forma, la IATA, que es la asociación que agrupa a todas las aerolíneas a escala mundial. También participaron el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional.
Sobre el incremento del costo de la obra, Patiño explicó que el proyecto se mantiene en 13 mil 300 millones de dólares. Subrayó que se ha buscado un esquema de financiamiento creciente de la iniciativa privada, con el fin de reducir las presiones sobre las finanzas públicas, por lo que en la actualidad los 10 mil millones de dólares que ya se han captado provienen de la siguiente manera: 6 mil millones de fondos verdes, mil 600 millones de la Fibra E, mil millones fueron financiados mediante el impuesto al uso del aeropuerto y 2 mil 500 millones del presupuesto federal.
Aún cuando falta conseguir 3 mil 300 millones de dólares, Patiño señaló que la próxima administración no enfrentará presiones financieras para terminar la construcción del nuevo aeropuerto, porque no representa deuda pública ni cuenta con la garantía del gobierno federal.
Agregó: El nuevo aeropuerto se financia sin presionar las finanzas públicas, a partir de la captación de fondos de inversionistas nacionales y extranjeros. La reciente colocación de Fibra E reflejó la confianza de inversionistas nacionales y extranjeros en la viabilidad de esta obra.
En cuanto al eventual encuentro entre representantes del Consejo Coordinador Empresarial, expertos vinculados con López Obrador y el gobierno, informaron no haber recibido ninguna invitación y declinaron especular sobre los alcances de la reunión del CCE con el político tabasqueño.