La lava, que brotaba por un grieta abierta a pocos metros de distancia, avanzó lentamente, cruzando la calzada. El vehículo quedó totalmente tapado y destruido.
Las autoridades de emergencias, que luchan contra los flujos de lava y gases provenientes de la erupción de Kilauea, advirtieron el lunes a los residentes que dejen sus casas por la apertura de una nueva fisura y la destrucción de estructuras. El volcán ha devastado ya 26 casas y forzado la evacuación de 1.700 personas desde que entró en erupción el jueves.
Hasta el momento no se han reportado muertes ni lesiones graves, según la Agencia de Defensa Civil del condado de Hawaii. Los evacuados de Leilani Estates recibieron el domingo autorización para volver a sus hogares para buscar a sus mascotas, medicamentos o para chequear cómo estaban sus casas.
Algunos, incluyendo a Jeremy Wilson, hallaron sus hogares rodeados de profundas fisuras. “Mi casa está justo en el medio”, dijo Wilson, un trabajador social de 36 años que regresó a su hogar cuando vio vapor saliendo de las grietas de las calles.
Se esperaba que continuaran las erupciones de lava y gas, junto con réplicas del sismo de magnitud 6,9 del viernes, el mayor en el área desde 1975, según el Observatorio Volcánico de Hawaii. Se registraron más de 140 movimientos telúricos sólo en las últimas 48 horas.
Con información de Reuters