En Hawái, impresionantes fotografías y videos muestran cómo la lava incandescente que derrama el volcán Kilauea, devora decenas de casas y otros objetos a su paso por la zona residencial de Leilani Estates. Más de mil 700 personas han sido evacuadas.
Con esto surge una pregunta para los científicos que no deja de sonar un tanto ingenua: ¿por qué nadie detiene la lava? ¿Acaso no es posible construir muros de contención que detengan su avance? ¿No es posible usar agua fría para disolverla o congelarla?
La respuesta es sencilla y representa un no en todas las opciones. La lava no se comporta como el agua, ni como la nieve, ni como el lodo. Aunque parece moverse como una miel espesa, resulta ser más densa que el cemento.
Y es que la temperatura de la lava oscila entre los 700 y 1200º Celsius, por lo que su interior se mueve de manera imparable al estar derretida.
De acuerdo con el vulcanólogo Erik Klemetti en su explicación al diario estadounidense The Atlantic, “cuando se derrite una placa oceánica que es lo que sucede ahora en el volcán Kilauea, esta tiende a formar una lava muy líquida que puede alcanzar temperaturas altísimas”.
En el caso del Kilauea las fuerzas militares han intentado bombardearla para ver si la pueden disolver, pero sus resultados no han sido favorables.
La lava puede ser “redirigida” a través de diques y canales, como se logró en el emblemático caso de 1973 en Islandia en donde se utilizaron 1.5 miles de millones de galones de agua. No obstante, el dinero y esfuerzo requeridos para crear esta infraestructura no sólo representaría un costo elevado sino que, podría poner más vidas en peligro.
“Todos en la comunidad de vulcanólogos están desconsolados. Pero desde una perspectiva científica, sabemos que no hay forma de desviar este flujo de lava”, explicó a USA Today, Shannon Kos Nawotniak, profesor de geociencias en la Universidad Estatal de Idaho e investigador en la NASA.
Sumado a a estos vaticinios, la actividad del volcán continua y este domingo, otra fisura apareció a sólo 19 kilómetros del cráter del volcán, después de las primeras emisiones de lava el jueves de la semana pasada. Esto ha provocado que no haya un cauce adecuado para el camino de las distintas fisuras, la principal fuente de lava.
“En este momento, el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, en inglés) aún intenta comprender la nueva fisura. Si el flujo de lava se estabiliza, los residentes podrían regresar a las casas ilesas en una semana o dos. Pero si la nueva fisura sigue un patrón establecido por otras fisuras en Kilauea, entonces la evacuación podría durar por un período prolongado de tiempo”, explica Klemetti.
En sí, la lava de los volcanes no es amenazante, pero en este caso, las áreas aledañas al Kilauea están habitadas y como explican los voceros de los parques nacionales en Estados Unidos, las zonas aledañas son siempre más baratas y a los ingenuos compradores de bienes inmuebles no se les advierte sobre los riesgos que corren.
En su reporte más reciente de las condiciones actuales del Kilauea el USGS detalla que ya han sido contabilizadas 14 fisuras en el suelo de las cuales emerge lava.En el caso de la aparición de nuevas grietas, los geólogos informaron del ensanchamiento de grietas de entre 1 y 4 centímetros en la carretera 130 y la carretera de Ali’ili.
En los próximos días, la erupción puede continuar con la presencia de distintos niveles de actividad sísmica.