Como se los habíamos prometido en una entrega anterior de esta columna, hoy les damos a conocer los datos oficiales, de acuerdo al INEGI, sobre la recesión económica en que ha caído Oaxaca, derivado de diversos factores, pero el que más permea es la incompetencia de quienes están al frente del gabinete económico del Gobierno del Estado.
Pero en charla con el titular de la Secretaría de Finanzas, Jorge Gallardo Casas,para su derecho de réplica, se defiende y alude que el tema recesivo se debe, en una parte por la gravísima deuda que heredaron del gobierno de Gabino CuéMontegaudo que alcanza los 28 mil millones de pesos, aunque el ex gobernador oaxaqueño solo reportó 15 mil millones de pesos y es deuda de largo plazo.
A ello se le añade el recorte que hiciera este año la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) al presupuesto de 102 mil millones de pesos de Oaxaca, que asciende a 590 millones de pesos, por la variante en los precios del petróleo o la bursatilización, y esas medidas por lo regular las aplican en la mayoría de las entidades del país.
Pero vamos por partes y veamos cómo está Oaxaca en materia económica actualmente.
“Recesión Económica” es el nombre que se le da al ciclo económico que se caracteriza por la disminución de la actividad económica de un Estado. Técnicamente se produce una recesión cuando el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) es negativo de forma consecutiva durante tres trimestres. Cuando la recesión es muy profunda y prolongada se llama “depresión”.
El primer año de la administración del Gobierno del Estado concluyó con una grave recesión económica, recesión que ha sido gestada desde la Secretaría de Finanzas debido a la incompetencia de quienes hoy la dirigen, así como a distribuciones del presupuesto que hacen suponer un manejo abiertamente “equivocado” de los dineros del Estado.
Ni siquiera durante la administración de Gabino Cué el estado de Oaxaca cayó en recesión económica, lo cual ya es mucho decir, tal y como puede apreciarse en la tabla 1 que aquí les presentamos.
El único momento en que Gabino se acercó a una recesión fue en los dos últimos trimestres de su sexenio, a pesar de todo lo que se robaron, porque sí depredaron al Estado, justo cuando ya se había definido la sucesión, al parecer como negro presagio de lo que ocurriría en Oaxaca.
Durante el primer trimestre de 2017, el PIB en Oaxaca logra un exiguo crecimiento del 0.30%, de ahí en adelante todo ha sido cuesta abajo; el segundo trimestre acumuló una caída en el PIB de 5.90%, la peor de los últimos 14 años para un registro trimestral; el tercer trimestre presenta una caída del 5.50%, la segunda peor caída de los últimos 14 años y cierra el cuarto trimestre con una caída del 2.90%, acumulando así tres trimestres seguidos de crecimiento negativo y metiendo al estado de manera oficial, en términos económicos, en una recesión.
Ni siquiera durante el conflicto magisterial del 2006 caímos en recesión económica, la última vez que esto ocurrió fue durante el año 2009, producto de la crisis global en la que México se vio arrastrado cuando explotó la economía de Estados Unidos.
Sin embargo, en el 2017, México como país presenta un crecimiento positivo del PIB del 2.3%, esto significa que no se puede culpar a factores nacionales o globales por la recesión que actualmente vivimos en el Estado.
En el 2017 las entidades con mayores crecimientos del PIB fueron: Baja California Sur con 13.9%, Estado de México 5.6%, Michoacán 5.2%, Colima 4.9% y Quintana Roo 4.7%.
En la página 19, párrafo 1, del Plan Estatal de Desarrollo (PED) 2016 – 2022, se señala textualmente:
“Durante el período 2010-2015 la economía oaxaqueña creció en términos reales a un ritmo anual de 2.86%, y su ingreso per-cápita en 1.98%; de continuar esta tendencia se necesitarían 36 años para duplicar el Producto Interno Bruto (PIB) per-cápita en la entidad.”
Pues las malas noticias son que con la recesión económica provocada en el 2017, se requerirán ahora 40 años para duplicar el PIB per-cápita en Oaxaca. El error cometido tiene consecuencias muy serias y compromete el futuro del Estado.
En la misma página 19, párrafo 8, del PED 2016 – 2022 se señala textualmente:
“Es importante mencionar que la meta de crecimiento anual de la economía oaxaqueña para el período 2016 – 2022 que la actual Administración propone se encuentra en un rango de crecimiento del PIB en términos reales del 4 al 6.5% de promedio anual, aproximadamente el crecimiento esperado para la economía mexicana durante el mismo período. De alcanzar la meta de 4%, el PIB estatal se duplicará para Oaxaca en un período de 18 años y con la de 6.5% anual de crecimiento será en 12 años”
Pues de igual forma, las malas noticias son que con los desastrosos resultados económicos del 2017 y que nada tienen que ver con los sismos, ya que de haberse canalizado de forma adecuada el dinero a la reconstrucción se hubiera mantenido la dinámica de la economía, se pronostica ahora que se duplique el PIB hasta dentro de 22 años, esto es, 4 años más de lo planteado en el PED 2016 – 2022 (si hubiéramos crecido efectivamente 4% en 2017).
Continuemos el análisis para que se entienda la tesis de por qué los sismos no sirven para justificar el desastre ocasionado por la Secretaría de Finanzas; en la página 19, párrafo 9, del PED 2016 – 2022 se señala textualmente:
“En este sentido, considerando la meta de crecimiento planteada de 4% anual real, Oaxaca pasaría de un PIB estatal per-cápita en 2015 del orden de 54,034 pesos a 64,220 pesos de 2008 en el año 2022; esto es, un incremento de 2.91% anual. De esta manera, en el período 2016-2022, el PIB estatal se incrementaría en 56,630 millones de pesos de 2008 para llegar a 270,413 millones de pesos. Sin embargo, para alcanzar la meta deben invertirse en capital fijo un promedio anual de 1,888 millones de dólares calculados a un tipo de cambio de 18.80 pesos/dólar.”
La cifra manejada en dólares en el PED 2016 – 2022, necesarios para provocar un incremento en el PIB de 4% anual, representa una inversión anual en capital fijo de alrededor de 35 mil 500 millones de pesos.
De acuerdo con el primer informe de gobierno correspondiente al ejercicio 2017, en el cuadro 2.13 del anexo estadístico, podemos observar que pasaron por las manos del Gobierno del Estado 80 mil 373 millones de pesos, se entiende que un alto porcentaje de estos recursos son para cubrir gastos de operación y que otros son para ejecución directa de los municipios, tomando solamente algunos fondos susceptibles de ser canalizados a gasto de capital tanto del gobierno estatal como de los municipios, además del rubro propiamente etiquetado para tal fin que aparece en el cuadro 2.13 del primer Informe de Gobierno.
Encontramos una inversión superior a los 15 mil 750 millones de pesos (Tabla 2). Esto es la mitad de lo que se reconoce en el PED 2016 – 2022, que debe gastarse para crecer en un 4%, es decir, debimos haber crecido en al menos 2% el PIB anual de Oaxaca en el 2017.
¿Qué pasó entonces? ¿A dónde se fueron los recursos? ¿Por qué su aplicación no refleja un crecimiento del PIB?
No podemos omitir señalar que además de los fondos de la tabla 2, si la actual administración hubiera seguido una política real de austeridad, disciplina presupuestaria, transparencia y sobretodo, combate a la corrupción, podría haber ahorrado recursos de otras fuentes de financiamiento, para destinarlos a gasto de capital.
Las metas de crecimiento económico del PED 2016 – 2022, ya se puede considerar un fracaso transcurrido apenas año y medio de la presente administración. Y esto se debe principalmente al manejo discrecional y de presunta corrupción de los recursos, donde el primer eslabón inicia con el gabinete económico.
Considerando la recesión y el crecimiento negativo del PIB estimada en 2.90% al cierre del cuarto trimestre de 2017, en el presente 2018, Oaxaca necesitaría crecer su economía en 10.90%, para alcanzar la meta de los dos primeros años de ejercicio, acumulando así un crecimiento del 4% en lo que va del sexenio tal y como se estableció en el Plan Estatal de Desarrollo 2016 – 2022.
La tarea por donde se le mire se ve imposible de cumplir. Tener crecimientos anuales de 4% del PIB, pudieran ser posibles si se evitan malos manejos del recurso y si se cambia al gabinete económico por gente que realmente sirva.
RECORTE DE HACIENDA AFECTA ECONOMÍA DE OAXACA: GALLARDO
Platicamos con el titular de la Secretaría de Finanzas, Jorge Gallardo Casas, en lo que entendimos sería su derecho de réplica, y como preámbulo de la charla, nos comentó que es egresado del ITAM, que ha hecho maestrías en el extranjero y que incluso trabajó para el ex secretario de hacienda, Pedro Aspe.
Nos hizo una breve reseña de sus estudios y formación económica, lamentablemente en Oaxaca, toda esa sapiencia no se ve reflejada.
Aunque no llevaba los datos duros para poder conocer con exactitud las causas de la recesión económica según la Secretaría de Finanzas, lo poco que se pudo saber es que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público hizo un recorte al presupuesto de Oaxaca que este año es de 102 mil millones de pesos, pero le retuvieron 590 millones de pesos.
Y que junto con el Gobernador Alejandro Murat Hinojosa estarían en la Ciudad de México en próximos días en una audiencia en la SHCP, precisamente para ver los mecanismos para que Hacienda les libere esos recursos que afectan las finanzas de la entidad.
Precisó que aun cuando se tiene un presupuesto de 102 mil millones de pesos, para gasto libre solamente cuentan con 3 mil millones de pesos, todo lo demás viene etiquetado y con esos recursos que no vienen comprometidos, se han destinado para cumplir los compromisos que el Jefe del Ejecutivo asumió en su campaña, que son 600, hasta hoy llevan aproximadamente unos 80 ya cumplidos.
En cuanto a las decenas de obras de multicanchas en comunidades pobres de Oaxaca, donde no cuentan con los servicios básicos, como agua potable, drenaje y luz eléctrica, el funcionario estatal sostuvo que todas esas obras son las que etiquetan los diputados federales y que ahí la Secretaría de Finanzas lo único que hace es cumplir para lo que están destinados.
Y a ello habría que agregarle que serán devueltos a la federación 120 millones de pesos que las dependencias estatales no ejercieron.
Aunque Gallardo Casas se comprometió con esta columnista a enviarnos una tarjeta informativa con los datos estadísticos del tema que hoy abordamos, la información nunca llegó, creemos que se debe a que está muy ocupado preparando su comparecencia para este martes ante diputados y diputadas de la LXIII Legislatura del Estado.
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