Culicán, Sinaloa.- De gira por la capital sinaloense, durante un recorrido por el mercado Garmendia, el candidato independiente a la Presidencia de la República, Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, alias el Bronco, reafirmó su polémica propuesta de cortarles las manos a los ladrones y los corruptos, pero también advirtió que buscará aplicar la pena de muerte a narcotraficantes, a secuestradores, a violadores, a feminicidas, a los asesinos colectivos y a quienes atenten contra la patria.
Y aunque la Constitución Política de México en su artículo 22 “prohíbe las penas de muerte, de mutilación, de infamia, la marca, los azotes, los palos, el tormento de cualquier especie”, entre otras acciones, el gobernador con licencia aseguró que está preparando una reforma al citado ordenamiento constitucional, que incluso ya tiene lista la reforma y está convenciendo a un diputado para que la presente.
Añadió que habrá que impulsar la conformación de un tribunal de justicia ciudadano exclusivamente para los delitos citados y para no cometer injusticias: “Sinaloa ha tenido gobernantes, y muchos de ellos han sido cuestionados, pero no juzgados. Hay una corrupción enorme en el sistema mexicano, por eso quiero ser presidente, para terminar con esa corrupción e impunidad, y lo mejor es tomar decisiones drásticas, que el delincuente de cuello blanco tenga miedo a tomar el dinero que no es de él, que el delincuente común tenga miedo a la autoridad, y esta pueda ejercer su derecho de aplicar la ley de manera justa”, refirió el candidato.
Sobre los llamados que algunas empresas están haciendo a sus empleados para que no voten por un candidato populista, Jaime Rodríguez Calderón consideró que es algo legítimo, que es parte de la democracia:
“Creo que los empresarios están preocupados, yo también estoy preocupado”.
El candidato —quien llegó a la ciudad el miércoles por la noche procedente de Hermosillo para sostener una serie de eventos en la capital sinaloense— advirtió que, de triunfar López Obrador México se convertirá en una Venezuela, con gente deambulando por las calles y con agresiones contra la prensa.
Negó que su candidatura sea una simulación para tratar de quitarle votos a López Obrador: “Yo no quito votos a nadie, yo voy a ganar votos. La gente dice muchas cosas, sobre todo quienes no están de acuerdo conmigo y algunos medios que son paleros del sistema”.
El aspirante neoleonés descartó cualquier renuncia suya en favor de algún otro candidato, y aseguró que va hasta el final porque está buscando despertar conciencias. No obstante, adelantó que si no es favorecido el día de la elección, reconocerá al ganador el mismo día: «Si soy derrotado, diré “soy derrotado, no tuve la capacidad de convencer a los mexicanos, regresaré a Nuevo León a gobernar mi estado, tengo ese derecho constitucional, y apoyaremos al presidente que tenga México, el que sea”, aunque advirtió que si gana AMLO estará vigilante de que no tire el dinero de los que sí trabajan.
El exgobernador de Nuevo León afirmó no ser palero de nadie, que los únicos paleros son algunos medios de comunicación: “No seré palero de nadie nunca. En Nuevo León se decía que yo era palero del PRI, y me jodí al PRI; se decía que era palero del PAN, y me jodí al PAN; se decía que yo era el jefe de los Zetas, y me chin*** a los Zetas; se decía que yo era el jefe del Cártel del Golfo, y me fregué a los del cártel. Eso es simplemente percepción”.
Sobre la reciente encuesta de Reforma que lo ubica en el último lugar de las preferencias electorales, el Bronco dijo que este es un periódico palero del sistema que siempre lo puso en último lugar cuando buscó la gubernatura de Nuevo León, y terminó con el 52 por ciento de los votos:
“Hoy, que el gobierno de Nuevo León no le paga y no le manda publicidad, está enojado con el Bronco, dinero que hoy se destina a educación y al arreglo de escuelas”.
Insistió en que no cree en las encuestas, que estas “son flor de un día”, y aseguró que, de acuerdo con sus predicciones matemáticas, ya está casi al parejo que José Antonio Meade.
En su recorrido por el mercado Garmendia, los locatarios no pararon de hacer bromas de mochar manos con cuchillos carniceros. Algunos fueron más allá al proponerle cortar «otras partes» a delincuentes y violadores.
A los saludos y abrazos que el candidato repartió al interior del mercado también se sumó la promesa de que, de llegar a la Presidencia de la República, una de sus primeras acciones para favorecerlos como comerciantes será reducir el IVA, el impuesto sobre la renta (ISR) y el impuesto a las gasolinas: “Con ello tendrán más ganancias y podrán generar más empleo”, les repitió una y otra a vez a los locatarios del Garmendia, espacio que recorrió en alrededor de hora y media, seguido de su equipo de campaña; su coordinador, Enrique Torres Elizondo, y su séquito de seguridad personal.
Entre sus propuestas mencionó que, de ganar, impulsará que el salario mínimo sea de 350 pesos; en materia de seguridad promete policías cibernéticas y buena estrategia de inteligencia, aunque con la permanencia del Ejército en las calles. En cuanto al apoyo al campo, apuesta por subsidiar la producción y garantizar buenos precios para abatir el “coyotaje”, pero aclaró que los apoyos serán para los que trabajan, “nada para los huevones”.
SE REÚNE CON EXGOBERNADOR
Unas de las imágenes que ayer por la mañana inundaron rápidamente los portales de noticias en Sinaloa es en la que se ve al exgobernador Mario López Valdez y al exsecretario general de Gobierno, Gerardo Vargas Landeros, saludando y posando para la foto con el candidato independiente a la Presidencia de la República, Jaime Heliodoro Rodríguez, el Bronco.
Y aunque rápidamente surgieron los cuestionamientos sobre una posible reunión, tanto Malova como el Bronco aclararon que solo se trató de un encuentro fortuito a la hora del desayuno.
Durante una conferencia de prensa matutina con reporteros, el candidato independiente aclaró que él estaba hospedado en el mismo hotel en que se encuentra el restaurante, y que a la hora del desayuno se encontró al exgobernador de Sinaloa, con quien —añadió— desarrolló una amistad cuando coincidieron ambos como gobernadores, desde octubre del 2015 a diciembre del 2016: «Fue un encuentro circunstancial, cotorreamos, solo amistad; le pedí que me pagara el desayuno, pero no me lo pagó», añadió el Bronco.
Mario López Valdez, por su parte, en entrevista con medios de comunicación, dijo que se trató solo de un saludo al candidato independiente a la Presidencia de México, y añadió esperar que no se malinterpretara.
El exmandatario estatal reafirmó que su apoyo está con el candidato José Antonio Meade y no tiene duda de que ganará. Aclaró que al Bronco lo conoce de cuando coincidieron como gobernadores.
VISITA UNIVERSIDAD
“¡Bronco, Bronco, Bronco!”. Así fue recibido y despedido Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón en sus dos actos proselitistas realizados la tarde y la noche de este martes en Culiacán. Durante los dos encuentros, el candidato independiente a la Presidencia de la República se comprometió a lo mismo: acabar con la partidocracia y ser un presidente cercano a la gente, con quien se comunicará “vía WhatsApp y Facebook”.
El primer mitin realizado en la capital del estado por el Bronco fue en la plazuela Álvaro Obregón. Ahí, alrededor de 300 personas se congregaron para escuchar y apoyar al candidato independiente. El clima era abrasador, y todas las acciones que la gente realizaba para menguar el calor parecían inútiles. Los rayos del sol caían a plomo. Los ceños fruncidos, sudorosos por el sofocante ambiente, se veían entre sí como cuestionándose en qué momento aparecería Rodríguez Calderón.
Por entre los pasillos de la plazuela también buscaban, porque “el calor y el hambre ya calan”, decía la gente venida de Guamúchil, Mazatlán y Guasave en camiones y camionetas.
Finalmente, apareció el candidato, quien fue recibido con sonrisas, aplausos, apapachos y saludos.
“¡Bronco, Bronco!”, gritaba un par de personas con micrófono en mano, seguidos por un coro ciudadano:
“¡Bronco, Bronco!”. Luego de unos saludos en el camino, Jaime Heliodoro subió al templete, tomó el micrófono y movió los brazos para apaciguar a la gente que gritaba su apodo y ondeaba banderines animosamente.
El entusiasmo de las personas incrementó al escuchar las primeras palabras del Bronco:
“Quiero quitar a los partidos políticos del gobierno, ellos son los que los tienen a ustedes en el estado en el que están, en un panorama difícil y complicado”.
Después de eso comenzó a enlistar los problemas que, a su parecer, tienen el país y el estado; pero también sus propuestas para tratar de solucionarlas. Cada una de ellas fue recibida festivamente por los ciudadanos, con aplausos y gritos.
El Bronco prometió quitar el impuesto a la gasolina y de otro tipo “para que las cosas en Culiacán, Mazatlán y en Sinaloa se logren”.
Con un lenguaje directo y popular, el Bronco duró treinta minutos para exponer algunas de sus propuestas ante los sinaloenses que se congregaron en la Obregón, después de lo cual se reunió con estudiantes en la Escuela Libre de Derecho de Sinaloa.
La jornada proselitista de Rodríguez Calderón terminó en la Escuela Libre de Derecho, donde fue recibido con gran expectativa por la comunidad estudiantil no solo la de Derecho, sino también de los jóvenes de la UAS que hicieron escala en la institución para escuchar al candidato independiente.
En ese encuentro, a través de videos, Rodríguez Calderón expuso experiencias de su vida, varias de ellas trágicas, argumentando que eso lo motivó a buscar la titularidad del Ejecutivo nacional. Aunque señaló que “a mí no me interesa la banda ni la silla presidencial. Las mandaré a un museo. Lo que me interesa es cambiar la actitud de los mexicanos”.
En el plantel, el Bronco fue cuestionado por temas políticos, sociales y económicos. Su manera de exponer y sus respuestas generaron empatía con los jóvenes, que al final también gritaron “¡Bronco, Bronco, Bronco!”.