Ciudad de México.- Grupo Riobóo, empresa señalada por el candidato Ricardo Anaya Cortés de ser la contratista favorita de Andrés Manuel López Obrador, negó haber recibido trato preferencial en el gobierno del entonces Distrito Federal.
A través de un comunicado publicado en su sitio web, el presidente José Ma. Riobóo Martín afirmó que ninguna de sus empresas se dedica a la construcción.
“Ninguna de las empresas de Grupo Riobóo es contratista y jamás han construido físicamente nada. Son firmas de diseño de ingeniería especializada o de gerenciamiento, coordinación o supervisión. En pocas palabras: no es constructura”, aclaró.
En ese sentido, refirió que el contrato adjudicado en su favor por la Administración de López Obrador para los segundos pisos fue legal debido a que los diseños eran de su propiedad, razón por la que no podía ser asignado a otra empresa.
“En el proyecto conocido coloquialmente como ‘segundos pisos’ se otorgó vía asignación directa por parte del gobierno, debido a que resultaba la solución más económica y conveniente al interés público”, aseveró.
“Y ésta sólo podía ser otorgada a Riobóo S.A. de C.V. debido a que los diseños de los prefabricados reforzados están protegidos por patentes y modelos de utilidad regulados por la Ley de Propiedad Industrial e Intelectual”.
Insistió que la empresa no realizó ningún tipo de construcción, sino únicamente entregaron estudios, planos y especificaciones detalladas.
Abundó que en las etapas subsecuentes de los segundos pisos, la empresa fue contratada por las concesionarias sin intervención de ninguna autoridad.
Respecto al Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, expresó que participó en el proceso de licitación en el que no fueron seleccionados.
“Es importante destacar que este proyecto presentaba retos de alta complejidad, Riobóo S.A. de C.V. y sus empresas contamos con soluciones para afrontarlo y formamos parte del proceso licitatorio junto con un grupo de empresas de altísimo nivel”, informó.
Señaló que posteriormente su empresa fue invitada por el candidato presidencial López Obrador para encontrar una solución alternativa, más barata y menos compleja para un nuevo aeropuerto.
“Así, en un esfuerzo meramente científico, se realizó un estudio técnico, basado en una profusa investigación y análisis, que, a la postre, fue publicado y difundido a través de la casa editorial Porrúa, con la finalidad de difundir una visión alterna y respuesta a un problema real y vigente en nuestro querido México”, puntualizó.
Con información de Reforma.