La mitad de los mexicanos que nacen pobres lo serán toda su vida, señaló la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico(OCDE), para la cual, la educación es uno de las principales razones que explican la falta de movilidad social en México.
En un informe sobre los problemas del “ascensor social”, la OCDE destacó que cada año adicional de educación de los padres supone seis meses adicionales para sus hijos en México, frente a los cinco de media establecidos por la organización.
La baja movilidad en términos de ingresos en México, si se compara con el “club de los países desarrollados”, queda ilustrado en que 48% (frente a 31%) de las personas cuyos padres pertenecen a 20% de gente en pobreza extrema, acaban en ese mismo estrato social y sólo 4% (frente a 17%) logra escalar hasta 20% de los privilegiados.
Además, 52% de los mexicanos con progenitores más ricos (20%, comparado con 42 % del club) se quedan en el estrato alto.
Los autores del estudio hicieron notar que la elevada prevalencia de la pobreza, un mercado laboral con mucha informalidad y con poca presencia de las mujeres, así como una calidad escolar insuficiente en zonas deprimidas y la exclusión financiera, están detrás de una movilidad social baja.
Incluso, si se compara con otros países latinoamericanos o con otras economías emergentes, en México las posibilidades de que los que forman parte de 20 % de personas en pobreza extrema lleguen a un nivel de ingresos medio es inferior que en Brasil, China o Indonesia.
La OCDE resaltó que el “ascensor social” está atascado en varios países industrializados. En los países pertencientes a la organización hacen falta cinco generaciones para que un descendiente de una familia pobre llegue al nivel de vida medio de su país, estimó: “No hay movilidad social [en estos países]: los ingresos, y la educación se transmiten”.