Esta semana ocurrió un caso que ha conmocionado a todo un país: un sujeto mutiló las extremidades de un cachorro antes de dejarlo tirado en un bosque en Turquía.
Falta apenas una semana para que sean las elecciones en Turquía, pero este país ha dejado de hablar de política para comentar este suceso horrible. En un bosque del distrito de Sapanca, un hombre le cortó las patas y la cola con una hacha a un cachorrito. Luego, lo dejó desangrándose en la naturaleza.
Nadie sabe a ciencia cierta cuánto tiempo pasó el cachorro en el bosque. Pero no fue hasta que unos paseantes encontraron al animal que pudo ser rescatado. Sorprendentemente, el perrito herido seguía luchando por su vida. Lo llevaron, inmediatamente, a un veterinario y levantaron la denuncia ante las autoridades.
Los doctores veterinarios intentaron todo lo que pudieron para estabilizar al pobre cachorro. Lo operaron y, durante dos días, lograron mantenerlo con vida.
Desafortunadamente, ante una nueva operación, el pobre perrito no pudo aguantar: el pasado viernes, falleció en la plancha de operaciones.
Los doctores analizaron, entonces, las heridas del perro y encontraron detalles inquietantes:
“Las cicatrices mostraban cortes rectos hechos con un objeto afilado, como un hacha, por lo que no dejaba lugar a dudas de que el daño había sido infligido por una persona”.
Pronto, el controvertido presidente turco Recep Tayyip Erdogan entró al debate y se comprometió a implementar una nueva legislación. Además, aseguró a los medios que la policía había detenido a un hombre relacionado con la muerte del cachorro.
A pesar del interés político y de que varios legisladores se han comprometido a reforzar las leyes en contra del maltrato animal, la indignación por el video del cachorro mutilado no ha cesado de crecer.
Porque esta noticia fue profundamente conmovedora y desgarradora y todos esperamos que los culpables de esta atrocidad sean debidamente castigados.