El número total de personas en el mundo desplazadas forzosamente por conflictos armados, crisis, violencia generalizada o persecución aumentó en 2017 con respecto a 2016 en 2,9 millones, hasta los 68,5 millones, según un informe publicado por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en el marco del Día Mundial del Refugiado.
Este número es el resultado de guerras prolongadas, la falta de solución para las crisis que aún continúan, la presión continuada sobre civiles en países con conflictos que les obligan a abandonar sus hogares y de crisis nuevas o agravadas como la de los rohinyás o la que experimenta Venezuela”, indicó en rueda de prensa el alto comisionado de la ONU para los refugiados, el italiano Filippo Grandi.
El alto comisionado dijo que, como en años anteriores, el 85 % de esos 68,5 millones de personas desplazadas forzosamente se encuentran en países en vías de desarrollo o de ingresos medios, lo que en teoría “debería disipar la percepción tan dominante en muchos países de que la crisis de refugiados es una del mundo rico”.
El “Informe Mundial de Tendencias de desplazamientos forzados” revela que de los 68,5 millones de personas forzosamente desplazadas el mundo, 25,4 millones son refugiados, 40 millones desplazados internos y 3,1 millones solicitantes de asilo.
El año pasado, cerca de 16,2 millones de personas se vieron por primera vez desplazadas, lo que incluye 11,8 millones de individuos desplazados dentro de las fronteras de su propio país y 4,4 millones refugiados y solicitantes de asilo nuevos.
CERCA DE 45 MIL NUEVOS DESPLAZADOS POR DÍA
Según ACNUR, una media de 44.400 personas se convirtió en nuevos desplazados cada día.
Al mismo tiempo, sin embargo, muchas otras personas regresaron a sus países o áreas de origen para tratar de reconstruir sus vidas, incluidos 4,2 millones de desplazados internos y al menos 667.400 refugiados.
El año pasado unos 2,7 millones de personas fueron registradas como nuevos refugiados, el doble que un año antes, principalmente sursudaneses, sirios, rohinyás, centroafricanos, congoleños, burundeses, eritreos, sudaneses, nigerianos, malienses y somalíes.
Por otra parte, hubo en el mundo 1,9 millones de solicitudes de asilo el año pasado, menos que los 2,2 millones del año anterior.
Estados Unidos fue por primera vez el primer país receptor de nuevas aplicaciones de asilo, con 331.700, por delante de Alemania (198.300) e Italia (126.500).
Según Grandi, el 70 % de los desplazados forzosos proceden de solo 10 países, lo que “significa que, si hubiera soluciones a los conflictos en esas naciones, la cifra global podría empezar a bajar, pero no hemos visto ninguna señal de progreso a la hora de forjar la paz en ninguno de estos diez estados”.
SIRIA, EL PAÍS CON MÁS DESPLAZADOS FORZOSOS EN EL MUNDO
Al igual que en años anteriores, Siria seguía siendo el país con más desplazados forzosos del mundo con 12,6 millones a finales de 2017, de los que 6,3 millones eran refugiados, 146.700 solicitantes de asilo y 6,2 millones desplazados internos.
Colombia tenía la segunda mayor población de desplazados con 7,9 millones de víctimas del conflicto que duró más de 50 años, de las que la mayoría, 7,7 millones, eran desplazados internos.
Le sigue la República Democrática del Congo (RDC), país que está inmerso en un frágil proceso de paz y cuenta con varios frentes abiertos que han causado miles de muertos y provocado el desplazamiento forzado de 5,1 millones de congoleses, 4,4 millones de ellos internamente.
Los afganos (4,8 millones), sursudaneses (4,4 millones), iraquíes (3,8 millones), somalíes (3,2 millones), sudaneses (2,7 millones), yemeníes (2,1 millones), nigerianos (2 millones) y ucranianos (2 millones) son las que completan el listado de diez países con mayor número de desplazados forzosos.
Según Grandi, el principal “punto caliente” el año pasado fue Bangladés, que acoge casi 1 millón de refugiados rohinyás después de que el año pasado huyeran del estado birmano de Rakáin 655.500 personas de esa minoría musulmana, la mayoría en tan solo cien días por una nueva ola de violencia.
Entre las situaciones destacables en 2017, el alto comisionado de la ONU incluye además el “deterioro de las condiciones en Venezuela”, país que han abandonado en los últimos años más de 1,5 millones de ciudadanos.
En 2017 los venezolanos presentaron 111.600 solicitudes de asilo en el mundo, cifra que solo se sitúa por detrás de los afganos, sirios e iraquíes y que es más de tres veces superior a las 34.200 peticiones registradas en 2016 y casi once veces la observada 2015.
El año pasado además fueron registrados 345.600 venezolanos bajo la categoría “otros grupos de preocupación”, es decir, no son desplazados forzosos pero necesitan aun así protección y asistencia.
Decenas de musulmanes rohinyás han tenido que huir de su país, en muchos casos a Nepal. (AP, archivo) Con información de EFE