Tal como lo ha sostenido el candidato presidencial por la coalición “Juntos Haremos Historia”, Andrés Manuel López Obrador, la corriente neoliberal propone las cero intervenciones del Estado en la economía ya que según Adam Smith, economista y filósofo escocés, cada capitalista buscaba su propio beneficio y, conseguido esto, buscará también el de los demás. Situación que afecta al incremento en costo de la canasta básica.
Dentro de las características que definen al neoliberalismo es el principio de “laisser faire” (dejar hacer), la libre competencia del mercado, la no intervención del Estado en la economía, sólo garantiza la libre competencia del mercado y la estimula, permite también la libre circulación de las mercancías, capitales y personas entre los países y, en consecuencia evitar el proteccionismo como estimular la apertura hacia el exterior del comercio y las nuevas inversiones. Por otra parte, el Estado debe deshacerse de sus empresas y por lo tanto debe venderlas a los empresarios del país y del extranjero mientras tiene como prioridad el mercado mundial, más que el mercado interno para mantener un crecimiento económico.
Para México hablar de neoliberalismo es remontarse a su origen en el sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988).
Costes de éste modelo, dejando a un lado la globalización, es la exagerada dependencia externa, en particular de EU y como consecuencia de esto es una deuda externa elevada, por lo cual el País se ha visto obligado a recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (BM) instituciones con las cuales se han firmado cartas de intención en las que compromete a seguir una política económica de corte neoliberal y dar concesiones al capital externo.
En resumen, la política económica neoliberal del País es: centralizada, incompleta, injusta y dependiente del capital externo.
El mayor incremento en la Canasta Alimenticia Recomendada (CAR) se dio en el 2012 año en que Peña Nieto asumió la Presidencia. De igual modo se dio el mayor aumento en el poder adquisitivo desde los últimos 30 años, en donde un salario mínimo era suficiente para comer y un poco más.
Otro punto de reflexión es el tiempo que a cada trabajador le cuesta completar la CAR con un salario mínimo. En 1987 bastaba trabajar cuatro horas y 53 minutos, dejando al trabajador un total de 19 horas y siete minutos para hacer otras cosas como convivir con su familia, salir a pasear, entre otras cosas. Por otra, parte para octubre de 2017 las horas de trabajo habían ascendido a 24 con 31 minutos para cumplir el mismo objetivo.