El pasado martes 3 de julio adelantábamos en este espacio que Claudia Ruiz y Osorio Chong controlarían el PRI. Que sería inmediata la reestructuración del CEN priista. En esa entrega comentábamos que los pesos pesados se reunirían en los días posteriores para definir la nueva dirigencia nacional.
Así fue, Claudia Ruiz Massieu asumió la presidencia nacional del PRI, tras la renuncia de René Juárez Cisneros. El nuevo secretario general del partido será Rubén Moreira Valdez, quien estuvo durante las campañas en la Secretaría de Organización.
Definitivamente con su llegada la primera misión será administrar carencias y pelear las presidencias de las comisiones en las cámaras de diputados y senadores. Con este movimiento todo indica que Miguel Ángel Osorio Chong será el coordinador de la bancada de senadores priistas.
La segunda misión de Ruiz Massieu es trabajar para la renovación del partido, tendrá la tarea de emitir la convocatoria y, como ella misma lo señaló, llevar de manera ordenada, incluyente y apegada a la legalidad la elección de la próxima dirigencia nacional.
Durante su discurso de toma de protesta se comprometió a conducir con responsabilidad el partido y anunció que convocará a la Comisión Política Permanente y al Consejo Político Nacional para llevar a cabo el cambio de dirigencia.
Asimismo, afirmó que se garantiza que el proceso de renovación del Comité Ejecutivo Nacional se lleve en tiempo y forma. Destaca que dicha renovación se llevará “de abajo hacia arriba”. En resumen, por fin tomarán en cuenta a las bases.
En los pasillos del CEN del PRI suena fuerte que existen tres restricciones para elegir al próximo presidente nacional del PRI. Primero, que no sea tecnócrata; segundo, que no sea del Estado de México; y tercero, que no sea cercano a Luis Videgaray.
Sin duda el PRI ocupará renovarse y reinventarse si es que quiere ser competitivo, tiene dos años y medio para las elecciones intermedias y como lo dijimos anteriormente sería un grave error que le apuesten solo al desgaste del gobierno que encabeza López Obrador y Morena en los estados.
Después de reorganizar la dirigencia nacional seguirán los Comités Estatales, se empezarán a cambiar las dirigencias de los estados. La sacudida también llegará a los municipios. Habrá cambio completo, pero las renovaciones no serán suficientes, ocupan un líder nacional que inyecte energía, una cara nueva, limpia, honesta, pero sobre todo un priista que motive a la base.
PAN. En donde también vienen cambios es en el CEN de Acción Nacional, pero aquí la división se ha radicalizado, las pugnas internas son muy fuertes, la principal petición es sacar a Ricardo Anaya y su grupo del dominio en el partido.
Se ve muy complicado que lleguen en unidad a la renovación de la dirigencia nacional, además pinta para que sea desgastante y tardado. Simplemente no se ponen de acuerdo. Lo ideal sería una consulta a su militancia. La señal en la pasada elección para el PRI y PAN fue clara, rechazo absoluto, definitivamente algo hicieron muy mal.
Sinaloa. La sacudida del gabinete del gobernador Quirino Ordaz continúa, ayer designó al general Brigadier Fermín Hernández Montealgre como nuevo Secretario de Seguridad Pública en sustitución de Genaro Robles Casillas.
La renovación del equipo del gobernador va completa, al parecer todavía faltan más movimientos. Así que muy pendientes.
Memoria Política. “Es el cambio, el cambio continuo, el cambio inevitable, el factor dominante de la sociedad actual”, Isaac Asimov.