Comerciantes que se instalan hoy sobre Hidalgo para expender útiles y artículos escolares, afirmaron que los excesivos cobros por parte de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), para la colocación de stands sin dar lugar al diálogo y acuerdos, provocó la división de la Feria Escolar 2018.
Explicaron que a raíz de la llegada de Rebeca Cervantes como delegada de la Profeco, pasaron a pagar de 3 mil 800 a 6 mil 900 pesos por la colocación de cada uno de los stands de las empresas participantes sin que se les entregue factura o nota de pago.
Elsa Delgado Vargas, comerciante de juguetes y material didáctico, quien dijo llevar 16 años participando en la feria organizada por la Profeco, afirmó que en una reunión con la delegada le pidieron buscar la forma para reducir los costos de instalación de stands y pudieran pagar menos, pero se negó y le dijo que ya era la tarifa fija implementada por la dependencia.
Expresó que sugirieron hacer las cotizaciones con diversos proveedores y no tuvieran que pagar tanto, pues ya no era redituable para sus empresas y comercios, y así lo hicieron encontrando costos máximos de 4 mil cien pesos, pero la delegada federal no accedió y es cuando comenzó a calificarlos de comerciantes de ferias “patito”.
Abundó que son 40 los comerciantes los que estarán participando en la “Expo Útiles Escolares” del 7 al 26 de agostos, de empresas y comercios legalmente constituidos, con RFC y que llevaban entre 10 y 20 años participando en la Feria organizada de la Profeco y que se dividió por la “ambición” desmedida de la delegada.
Destacó que organizados, comerciantes de libros, papelería y otros artículos escolares, solicitaron el permiso ante las autoridades municipales, que finalmente les fue otorgado.