Río de Janeiro, (AFP) – El Museo Nacional de Rio de Janeiro, devastado el domingo por un gigantesco incendio, es el mayor museo de historia natural y antropológico de América Latina, con más de 20 millones de piezas y una biblioteca de más de 530.000 títulos.
Creado en 1818 por el rey Juan VI e instalado desde 1892 en el expalacio imperial de San Cristóbal, está situado en el parque de Boa Vista en el norte de Rio, que alberga igualmente un excepcional jardín botánico de 40 hectáreas.
El museo, que celebró en junio su bicentenario, recibe a 150.000 visitantes por año y es un importante centro de investigación y estudio, integrado desde 1946 a la Universidad federal de Rio de Janeiro.
Antigua residencia de la familia real portuguesa y luego de la familia imperial brasileña, el Palacio de San Cristóbal tiene una extensión de 11.400 m2, de los cuales 3.500 m2 se destinan a salas de exposiciones.
De 1889 a 1891, este edificio de estilo neoclásico albergó a la Asamblea Constituyente de Brasil, antes de recibir en 1892 al Museo Real, con colecciones, especialmente egipcias, adquiridas por la familia real portuguesa.
Su biblioteca contaba- con 537.000 obras de las cuales 1.560 son únicas, como una “Historia natural” de 1481, precisa el museo en su sitio web www.museunacional.ufrj.br.
La institución iene una particular reputación por la riqueza de su departamento de paleontología, con más de 26.000 fósiles, entre ellos un esqueleto de dinosaurio descubierto en Minais Gerais (centro) y numerosos especímenes de otras especies extinguidas (perezosos gigantes y tigres dientes de sable).
Su colección de Antropología biológica comprende al más antiguo fósil humano descubierto en Brasil, conocido con el nombre de “Luzia”.
Con 6,5 millones de especímenes, su departamento de zoología incluye una excepcional colección de peces (600.000), anfibios (100.000), moluscos, reptiles, conchas, corales y mariposas.
Su herbario, con una muestra de 550.000 plantas, fue creado en 1831.
Dedicado desde el siglo XIX a la investigación, el Museo Nacional de Rio es la institución científica más antigua del país, que se abrió a la enseñanza en 1927.
Oficinas de investigadores y laboratorios ocupan gran parte del Museo, que ha desarrollado a lo largo del siglo pasado una política de intercambios internacionales, de publicaciones y de enseñanza.
Importantes personalidades científicas lo han visitado, como Albert Einstein o Marie Curie, precisa el sitio web de la institución.
Con el correr de los años, el Museo ha tenido importantes dificultades de presupuesto, y tuvo que ser temporalmente cerrado en 2015 “por falta de recursos para su mantenimiento”, admitió el domingo el ministro brasileño de Cultura Sergio Sa Leitao.
En agosto de 1995, el edificio sufrió importantes perjuicios por tormentas que dañaron el departamento de arqueología y especialmente a momias egipcias de más de 3.000 años de antigüedad.
Los daños también fueron importantes en el sector de paleovertebrados y algunas partes de un esqueleto de tiranosaurio se disolvieron en el agua.