María Luisa Albores, próxima secretaria de Bienestar en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, asegura que no habrá uso electoral de los programas sociales en favor deMorena.
“Seremos muy tajantes en no mezclar las cosas. Lo que han hecho otros partidos no está bien”.
En entrevista con EL UNIVERSAL dice que lo más importante es asegurarse que los beneficios de la política social sean para todos, “sin tantas reglas de operación y tanta burocracia”.
Afirma que los nuevos delegados van a jugar un papel fundamental para que los recursos lleguen a la gente.
¿Qué diagnóstico han hecho de la política social en México? ¿Hay que preservar algo de lo existente o es necesario cambiarlo todo?
Hay elementos de asistencia social y derechos ganados que deben mantenerse. Hoy tenemos una política social que incumbe a todas las generaciones y abarca todo el ciclo de vida: desde que la persona nace hasta que muere. Eso debe preservarse. Sin embargo, necesitamos promover herramientas de inclusión productiva.
Estamos revisando qué es lo que está funcionando bien y qué no. Lo más importante es asegurarnos que los programas sociales lleguen al territorio para que los beneficios de la política social sean para todos, sin tantas reglas de operación y tanta burocracia. La prioridad del gobierno serán los pueblos originarios que viven en las regiones más pobres del país, por lo que habremos de iniciar por los lugares con más alta marginación.
¿Se plantean eliminar programas sociales allí donde exista duplicidad?
Estamos haciendo una revisión detallada de los programas sociales a nivel federal, estatal y municipal. Más que pensar en eliminar programas estamos planteando efectuar una reingeniería institucional que permita fusionar algunos programas y ofrecer apoyos más integrales.
Tendremos una Secretaría de Bienestar, ya no será de Desarrollo Social. ¿Esto es solo un cambio de nombre o qué implica en estricto sentido?
Es un cambio de fondo. Se trata de poner en el centro al ser humano y a la persona como sujeto de derechos. Los beneficiarios de la política social podrán ser sujetos individuales o colectivos. La nueva secretaría mantendrá todos los programas sociales que tenía SEDESOL dentro de una Subsecretaría del Bienestar. También habrá una Subsecretaría de Inclusión Productiva y Desarrollo Regional Territorial que se volcará a incluir económicamente a quienes no han tenido oportunidades. En concreto estamos pensando en quienes tienen tierra: ejidatarios, comuneros o pequeños propietarios.
¿Qué cambios se plantean para el programa de Adultos Mayores?
Se va a duplicar el monto de la transferencia de los 580 pesos que hoy se otorgan a 1, 160 pesos mensuales. También se incrementará significativamente el padrón que hoy es de aproximadamente cinco millones a casi nueve. La entrega se hará a través del sistema bancario. La gente ya no esperará horas para que se les entreguen los beneficios; tampoco se distribuirán a través de actos públicos. Los delegados estatales y regionales llevarán a cabo un nuevo padrón, casa por casa, pues no existe un censo certero sobre las personas adultas mayores en México, como bien lo ha dicho Coneval.
Para personas con discapacidad también se ha planteado un programa específico…
Así es. También en este caso tendremos que crear un nuevo padrón. Estamos planteando apoyar a cerca de un millón de personas con discapacidad en el país. Empezaremos primero con población indígena y con las niñas y los niños.
También se anunció un programa de reforestación de un millón de hectáreas. ¿Por qué un programa así ocupará un papel central dentro de la futura Secretaría de Bienestar? Pareciera un programa para la Secretaría de Agricultura…
Porque en los últimos 30 años no nos hemos ocupado de los campesinos. Muchas instituciones del país abandonaron el campo, incluso en las regiones más ricas. El programa de reforestación buscará enfocarse en el trópico mexicano por su enorme potencial para promover una producción que se vuelque tanto al mercado interno como hacia la exportación. La gente que vive en Chiapas, Tabasco, Oaxaca, Guerrero y Veracruz –las zonas donde se desarrollará este programa—son también las de mayor marginación. Queremos incluir a los campesinos de estos territorios que no han sido tomados en cuenta.
Los campesinos que trabajen en la siembra y mantenimiento van a percibir una remuneración mensual que podría ser de 4,500 pesos mensuales cada uno, con un compromiso de siembra de 2.5 hectáreas. Estamos planteando crear por esta vía alrededor de 400 mil empleos.
Vamos a darle un seguimiento serio a este proyecto para que los campesinos de estas regiones puedan despegar económicamente. Los campesinos recibirán asistencia técnica de un agrónomo y apoyo de un extensionista que incentive su organización social. Además, ligaremos esta iniciativa al Programa Jóvenes Construyendo el Futuro (a cargo de la futura Secretaría del Trabajo) para que los jóvenes de las comunidades también puedan recibir una beca a cambio de apoyar en las actividades de reforestación.
Nos interesa además promover un relevo generacional en el campo, para que los jóvenes deciden quedarse allí tengan un incentivo real para hacerlo.
Ustedes han hablado de desarrollar una política social “desde el territorio y no desde el escritorio”. ¿Cómo se hará eso en la práctica?
Todas nuestras propuestas tienen un componente participativo. El proyecto Un Millón de Hectáreas también. Vamos a ir a las comunidades, trabajar con la gente y permitir que sean ellos quienes decidan desde qué especies se van a sembrar hasta qué jóvenes trabajarán en el proyecto. En el caso de los pueblos indígenas estamos planteando viabilizar la consulta indígena en el marco del Convenio 169 de la OIT.
¿Qué papel jugarán los nuevos delegados estatales en la política social?
Jugarán un papel fundamental para que los 17 programas sociales lleguen al territorio, junto a los 270 delegados regionales y territoriales. A través de ellos se harán los pagos y se promoverán los programas de inclusión productiva.
¿Jugara un papel Morena, como partido, en la operación de los programas sociales?
No, seremos muy tajantes en no mezclar las cosas. Lo que han hecho otros partidos no está bien y no es sano. Debemos gobernar para todos.
¿Por qué crees que AMLO eligió un perfil como el tuyo al frente de esta secretaría?
Para operar programas sociales se requiere una sensibilidad social. Siempre he trabajado en regiones de alta marginación, con pueblos indígenas, y hemos logrado hacer un brinco importante a la parte productiva. Durante 17 años asesoré el trabajo de la Unión de Cooperativas Tosepan, una organización indígena y campesina en la sierra nororiental de Puebla que hoy integra a 35 mil socios en 29 municipios y 430 comunidades. Ha sido una experiencia exitosa que ha permitido mejorar la vida de muchas personas que estaban en pobreza.