Centenares de familiares, amigos y colegas de la asesinada periodista búlgara Viktoria Marinova le dieron su último adiós en un funeral el viernes en su ciudad, poco después de que las autoridades alemanas anunciaron que un sospechoso había admitido haberla atacado.
Dolientes formaron fila en la Catedral de la Sagrada Trinidad en la norteña ciudad de Ruse para rendir tributo y dejar flores junto al féretro de la periodista televisiva de 30 años, cuyo cadáver fue hallado el sábado en un parque cerca del Danubio.
Un sacerdote ortodoxo búlgaro ofició una liturgia mientras una procesión desfilaba junto al ataúd para expresar su respeto antes del funeral.
Marinova deja una hija de 7 años.
El alcalde de Ruse, Plamen Stoilov, dijo a reporteros que “el brutal asesinato ha arrojado una sombra sobre esta ciudad pacífica”.
La fiscalía ha identificado al sospechoso como Severin Krassimirov, de 21 años. Fue acusado en ausencia por la violación y asesinato de Marinova y Bulgaria pidió su extradición de Alemania, donde fue detenido por una orden de arresto internacional.
Los fiscales alemanes dijeron que Krassimirov les dijo que no fue su intención matar a Marinova y negó haberla violado o robado.
La fiscalía en Celle dijo que el hombre confesó que estaba bajo la influencia de alcohol y drogas cuando comenzó a discutir en un parque con una mujer a la que no conocía. Los fiscales dicen que él les dijo que la golpeó en la cara y la lanzó a los arbustos, “pero negó intenciones de matarla”.
Dijeron que Krassimirov será extraditado en un plazo de 10 días.
Marinova presentaba un programa en televisión en el que estuvieron dos periodistas que fueron detenidos por su trabajo sobre fraude relacionado con fondos de la Unión Europea. Aunque no parece que Marinova estaba vinculada estrechamente con la pesquisa, su programa abordó un tema delicado en Bulgaria, donde la corrupción es endémica, y hubo amplias conjeturas de que pudo haber sido atacada por su trabajo.
El ministro del interior Mladen Marinov dijo que los investigadores habían hablado con familiares y amigos de Marinova y declaró que no parecía haber un vínculo con su trabajo, pero añadió que se están investigando todas las pistas posibles.