A pesar de que su renuncia al cargo como titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO), está sobre la mesa del Gobernador Alejandro Murat Hinojosa, a petición del propio Mandatario oaxaqueño, José Raymundo Tuñón Jáuregui se resiste a dejar el mando, aún con la estela de muertos que lleva en sus espaldas: Casi 1,800 homicidios, entre ellos 238 asesinatos de mujeres y 16 en seis días del 2019, 3 de ellos militantes de Morena.
Como nunca en la historia de nuestro sufrido Oaxaca, se registra una lacerante inseguridad en todo el territorio oaxaqueño, con mayor énfasis en el Istmo, Cuenca del Papaloapan, Costa, Mixteca y Valles Centrales, pero pareciera que tantos asesinatos en la entidad, se ha vuelto algo tan cotidiano para nuestras autoridades gubernamentales y para la inoperante Secretaría de Seguridad Pública, porque se muestran inmunes a los hechos de sangre.
Cifras van y cifras vienen, incluso proporcionadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), que lleva un recuento puntual de asesinatos, robos, secuestros, en todo el país y Oaxaca está dentro de los diez primeros lugares de violencia, pero eso no les importa y Tuñón ha hecho caso omiso a los “focos rojos” en materia de seguridad.
Un hecho que causó malestar a los habitantes de Tuxtepec, en la Cuenca del Papaloapan, el 13 de octubre de 2017, fue el robo al Rancho La Engorda, presuntamente por 15 policías de la SSPO, quienes arribaron en tres camionetas con el logo de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca y saquearon el rancho propiedad de Gabriel Pérez.
En una videograbación que salió a la luz pública, se observa el saqueo que supuestos policías realizaron, se llevaron 60 mil pesos en efectivo, joyas, botellas de wisky, zapatos y equipo de cómputo y el velador, denunció en ese entonces, haber sido víctima de tortura.
Aunque la Fiscalía General detuvo a los 15 policías de la SSPO, los vinculó a proceso, posteriormente los dejaron en libertad, por presuntas presiones del propio Raymundo Tuñón Jáuregui y los hechos delictivos quedaron impunes.
El caso quedó cerrado a pesar de las pruebas de la videograbación y de otras denuncias anteriores contra esa misma banda de policías que operaban en la zona.
Quizás por toda esa ola delictiva que opera en la entidad, el pasado sábado 5 de enero de 2019 que trascendió la salida de Raymundo Tuñón Jáuregui y de la llegada de Heliodoro Díaz Escárraga al cargo, causó un enorme revuelo en las redes sociales, fueron muchas las voces que manifestaron el hartazgo contra el jefe policiaco y una minoría, los oficiosos, que salieron en su defensa, muestra palpable de que la ciudadanía está harta de la inoperancia de Tuñón y de no poder salir libremente a las calles a realizar su vida cotidiana.
Y no vamos lejos, aquí nomás en las calles que se ubican alrededor del zócalo capitalino, aunque van a decir que le corresponde a la Policía Municipal, los robos de automóviles, asaltos a mano armada están a la orden del día.
Anoche le robaron un Volkswagen color rojo, placas 812 ylx, propiedad de Diana Luz Vásquez, quien llegó de fin de semana a la Ciudad de Oaxaca, y aunque la afectada habló al 911 para solicitar el auxilio, le pidieron hasta su tipo de sangre y que se trasladara a Ciudad Judicial a interponer su denuncia.
¡Plop!…cosas de la burocracia.
Esa es la justicia que tenemos en Oaxaca.
La ciudadanía está a merced del hampa organizada.
¡Ah!, pero eso sí, con el anuncio de la salida de Tuñón, se desató una guerra de aspirantes a ocupar la silla que dejará vacía, ni la burla perdonan, se anotaron Gustavo Díaz “El Gato” y Carlos Sarabia, como verdaderas aves de rapiña, sin haber sido invitados, salvo a Heliodoro Díaz Escárraga a quien le ofertaron dicha responsabilidad y la aceptó, pero como en política no hay nada escrito, igual y se lo dan a otro.
Dos asuntos que han acelerado la salida de Raymundo Tuñón: Los asesinatos de tres militantes de Morena, entre ellos el del presidente municipal de Tlaxiaco, Alejandro Aparicio Santiago y el síndico Perfecto Hernández Gutiérrez, así como el del maestro Cutberto Porcayo Sánchez en la Villa de Tututepec de Melchor Ocampo.
Y los problemas que enfrenta en su vida privada con su esposa Gabriela Ortiz, un asunto que no ha logrado resolver, ni ordenar y que por supuesto no solamente le ha afectado a su vida pública, sino también se lleva entre las patas al Gobierno del Estado, al propio Gobernador Alejandro Murat Hinojosa.
Y también se vale decirlo, en el tema de los asesinatos de supuestos morenistas, salvo las autoridades municipales de Tlaxiaco que sí está comprobado que eran militantes del Movimiento de Regeneración Nacional, el maestro Cutberto Porcayo Sánchez, asesinado en la Villa de Tututepec de Melchor Ocampo y el último herido ayer en Putla Villa de Guerrero, Pedro Navarrete Lucero, alias “Coco Güero”, según datos de la propia Fiscalía General del Estado de Oaxaca, “no son militantes de Morena, y cabe señalar que de acuerdo con información recabada hasta ahora, la víctima (Putla) no está afiliada ni es militante de algún partido político”.
Lo que quiere decir que un tema grave de violencia lo pueden estar convirtiendo en asunto político, y que Morena va aprovechar cualquier situación violenta para sacar raja, pero también, volvemos a lo mismo, hay una grave omisión en materia de seguridad, insistimos, en la SSPO no están haciendo su chamba.
Por su parte, Flavio Sosa Villavicencio, activista de Morena, escribió en su cuenta de Facebook: “El compañero Pedro Navarrete “Coco” baleado hoy en Putla afuera de su domicilio padece ceguera parcial, es un hombre respetable y respetado. Es activista de Morena y recibió 6 disparos. Basta de mentiras por parte del gobierno estatal. Exigimos justicia”.
Por ello, es muy importante que el Gobernador Alejandro Murat Hinojosa se mantenga firme en su decisión de hacer los cambios pertinentes en la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca y del resto de su gabinete, hoy que todavía está a tiempo de enderezar el barco, porque si muestra signos de debilidad, su Gobierno no tendrá remedio.
Sería desastroso para Oaxaca que eso ocurriera.
¿Para qué queremos un gobernante débil, frágil, sin poder de decisión?…Se requiere de un gobernante con firmeza en sus decisiones, Oaxaca lo pide a gritos, que resuelva, que escuche, que atienda y que fiscalice a sus funcionarios y funcionarias.
Murat Hinojosa a estas alturas de su administración, ya sabe quiénes le funcionan y quiénes no, y miren que los ha puesto como camote a sus funcionarios en cada reunión de gabinete, pero hay varios que de plano no hacen caso a las indicaciones, ¿de qué se trata entonces?
Recordemos que ya hay un nuevo Gobierno Federal, distinto al PRI, y aunque el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador tiene excelente relación con Murat Hinojosa, es a la entidad a donde más giras ha realizado el mandatario federal, también es verdad que va en serio la fiscalización de los recursos públicos, cualquier tropiezo de la administración estatal lo van aprovechar los morenos, eso no lo duden.
Esperamos pues que Alejandro Murat enderece el barco, o nos carga el payaso.
CORREO: nivoni66@gmail.com
TWITTER: @Gelosnivon
FACEBOOK: Maria Nivon Molano
FAN PAGE: Primera Línea MX