México.- Instituciones y dependencias del sector Cultura participan semanalmente en una mesa de trabajo para evaluar posibles afectaciones por la construcción del Tren Maya, además de proponer una política cultural que lo acompañe.
En su primera conferencia de prensa desde su nueva sede en Tlaxcala, la titular de la Secretaría de Cultura (SC), Alejandra Frausto, dio a conocer a los integrantes de este organismo, ante la preocupación de organizaciones de la sociedad civil y grupos comunitarios por posibles afectaciones culturales.
“(Discutimos) cómo este proyecto no vulnerará al patrimonio, cómo vamos a preservar al patrimonio arqueológico que existe en la zona y cómo vamos a vincular a las comunidades”, expuso Frausto
La mesa de trabajo semanal -al ser el Tren Maya un proyecto estratégico del Gobierno– está compuesta por el INAH, el INBA y, por parte de la SC, la Dirección General de Culturas Populares, la Fonoteca Nacional, Dirección General de Vinculación Cultural y Patrimonio Ferrocarrilero.
A decir de Frausto, además de la mesa de trabajo, los promotores culturales de Unidades Regionales de la SC y los Centros INAH que se encuentran permanentemente en la zona ya trabajan haciendo vinculación con las comunidades.
“Va a ser un programa cultural integral, no solamente que tiene que ver con el pasado y con el patrimonio vivo, sino con la proyección internacional que tengamos de arte contemporáneo que esté vinculado a las estaciones porque, finalmente, va a ser un circuito cultural permanente”, abundó Frausto.
El proyecto, que tendrá una longitud de mil 525 kilómetros y estará dividido en siete tramos que abarcan terrenos selváticos y litorales del Golfo de México y El Caribe, pasando por diversas zonas de interés cultural, ya ha causado preocupación en ciertos sectores.
La Asociación Civil Artículo 27, por ejemplo, realizó una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por posibles afectaciones al patrimonio y a los derechos culturales de los mexicanos.
Asimismo, el Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores de la Secretaría de Cultura, al que están adscrito cientos de trabajadores del INAH, ha demandado conocer el proyecto para ver que no afecte sus centros de trabajo.
La SC también participa permanentemente en las mesas de trabajo convocadas por Fonatur.