México.- La agencia calificadora Moody’s consideró que la serie de medidas extraordinarias de apoyo a la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) por parte del Gobierno de México son negativas para la calificación crediticia del país.
“El anuncio es negativo para México. No solo el alivio fiscal adicional para Pemexafectará los ingresos del Gobierno, sino que, en general, si la confianza del mercado no mejora, Pemex requerirá un respaldo soberano adicional en 2020 y más allá erosionando las finanzas del gobierno”, apuntó la agencia en un comentario.
La firma apuntó que el plan de apoyo a la estatal mexicana tiene tiene dos implicaciones de crédito negativo para México.
En primer lugar está la disminución de la recaudación de impuestos de Pemex, de alrededor de 750 millones de dólares anuales, con relación al presupuesto del Gobierno, lo que “podría comprometer los objetivos presupuestarios del gobierno”.
En segundo lugar mencionó “la naturaleza decepcionante de este anuncio” respecto a las expectativas de los mercados y los desafíos de financiamiento a mediano plazo de Pemex, los cuales “sugieren que se requerirá un mayor apoyo del Gobierno”.
De hecho, los rendimientos de los bonos más negociados de Pemex se dispararon inmediatamente después del anuncio, apuntó Moody’s.
Hace una semana, el 15 de febrero, el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador hizo público un paquete de ayudas extraordinarias a la empresa por 107.000 millones de pesos (unos 5.555 millones de dólares) para este año.
Las ayudas del Gobierno a Pemex comprenden su capitalización anual por 1.298 millones de dólares, un pago adelantado de pagarés por 1.818 millones de dólares, un incentivo fiscal de 778,8 millones de dólares y ahorros por el combate al robo de combustible por 1.661 millones de dólares.
López Obrador aseguró al presentar el plan de ayuda que su Gobierno, que se inició el 1 de diciembre, asumía el “desafío” de limpiar de corrupción a Pemex a fin de devolverle la viabilidad financiera que perdió en los últimos Gobiernos.
El Gobierno del López Obrador echó a andar el 21 de diciembre pasado una estrategia de combate al robo de hidrocarburos, el cual dijo que le costaba al país unos 65.000 millones de pesos anuales (unos 3.412 millones de dólares).
Ese mismo día, la agencia de medición de riesgo Fitch Ratings sostuvo que las medidas del Gobierno mexicano para rescatar a Pemex no bastan para prevenir el deterioro de la calidad crediticia de la empresa estatal.
Las medidas de apoyo del Gobierno “son claramente insuficientes” ya que se estima que Pemex necesita un flujo de efectivo anual de entre 12.000 y 17.000 millones de dólares” para detener la caída en la producción y en el nivel de reservas, señaló Fitch.