La consejera electoral del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), Nayma Enríquez Estrada, afirmó que el colectivo de hombres que se resiste a ceder la mitad del poder, que corresponde a mujeres, es porque no quieren renunciar a privilegios y buscan trabas y todas las vías posibles que permitan llegar a la paridad.
Expresó que existe una visión patriarcal en la distribución del trabajo, desde una división sexual en la que aún se cree que a las mujeres les toca atender la casa y a hijos e hijas, ser mamá y esposa, y a los hombres les toca hacerse cargo de las decisiones públicas.
“Tenemos un sistema patriarcal que distribuye asimétricamente el poder, ahí está el problema, el poder en general implica el poder económico, científico, militar, ese poder al que no quieren renunciar el colectivo de los varones, es un fenómeno sociocultural, porque el poder implica privilegios, y renunciar a los privilegios es muy difícil, siempre será más cómodo que alguien tenga lista su ropa y su comida y su casa este sin contribuir, pues es algo de lo que se hacen cargo las mujeres en todo el planeta”, destacó.
Indicó que la contribución de las mujeres a través de trabajo no pagado, desprestigiado, no reconocido, gratuito, en el ámbito doméstico, sostiene la política económica global que se conoce en la actualidad, y si mujeres son incorporadas en donde se toman decisiones y se ejerce el poder habrá quien pierda privilegios, que es lo que no quieren muchos varones.
Detalló que feministas independientes e integradas en colectivos, lo que quieren es condiciones equitativas, emparejar el piso, condiciones de igualdad para ejercer cargos públicos y en contextos libres de violencia, y esto está siendo posible gracias a la paridad.
Exhortó a varones, quienes aún continúa en su resistencia, a asumir las responsabilidades que les corresponde como parte de la familia, distribuir tareas equitativamente, reconocer que el trabajo que han hecho las mujeres a lo largo de la historia, mamás, abuelas, tías, es un trabajo que no ha hecho nadie más que las mujeres y que es esperable, es deseable, que los hombres asuman su responsabilidad como integrantes de la familia para repartir parejo el trabajo.
También les pidió erradicar toda practica de acoso, intimidación, burlas, ofensa, chantaje y todas las expresiones que están orientadas a dar un trato de inferior en las mujeres, además de documentarse, aprender, asumir que las mujeres forman parte del mundo, son el 52 por ciento de la especie humana, “además de que la parimos”.