En junio de este año se cumplen cinco años del plagio que hiciera la diseñadora francesa Isabel Marant de la blusa de Santa María Tlahuitoltepec y cuatro de que la marca Rapsodia hiciera lo mismo con los diseños de San Antonino Castillo Velasco y en Oaxaca aún no existe ley para proteger diseños artesanales.
Los diseños de estas dos poblaciones de Oaxaca, son únicos y reconocidos internacionalmente, lo que llevó a que hubiera denuncias e incluso peticiones a través de la plataforma social change.org por los plagios, pero a la fecha en materia de legislación no ha ocurrido nada.
Artesanos y artesanas de Oaxaca, siguen demandando a las autoridades estatales y federales, realizar acciones para proteger sus creaciones, pues no es justo que marcas reconocidas se sientan con el derecho de tomar sus diseños sin que exista ningún tipo de consecuencia.
Abigail Mendoza, artesana de Santo Tomás Jalieza, precisó que la venta de diseños oaxaqueños significa una desventaja e incluso competencia desleal para quienes llevan generaciones conservando la gran riqueza cultural y artesanal que existe en Oaxaca.
Mencionó que, para artesanas y artesanos de Oaxaca, hacer sus blusas, faldas, huipiles, bolsas y mucho más, es parte de su vida, lo realizan con cariño, pero además con un trabajo muy cuidadoso para ofrecer el mejor producto, lo que difícilmente hará una marca reconocida que solo pretende el lucro.
Expuso que es momento, de que a cuatro y cinco años, legisladores se pongan a trabajar en ese tema, pues poco a poco van despojando a este estado de la gran riqueza que lo caracteriza mientras gobernantes siguen de brazos cruzados.
Es de señalar que Abigail Mendoza se dedica a elaborar tejidos con telar de cintura en técnica labrado de urdimbre, y como ellas, decenas de mujeres y hombres más de Santo Tomás Jalieza se dedican a esta actividad para su sustento.