Sábado 1º de junio de 2019, Ginebra. El fundador de Wikileaks, Julian Assange, ha sufrido tortura sicológica en el transcurso de una campaña de difamación y no debería ser extraditado a Estados Unidos, donde enfrentaría un “espectáculo judicial politizado”, afirmó ayer Nils Melzer, Relator Especial sobre Tortura e investigador de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Melzer visitó a Assange en la cárcel de alta seguridad de Londres el 9 de mayo junto con dos expertos médicos y afirmó que lo encontró agitado, bajo un estrés severo e incapacitado para soportar este complejo caso legal.
“Nuestro hallazgo indica que el señor Assange muestra todos los síntomas de una persona expuesta a tortura sicológica por un prolongado periodo. El siquiatra que acompañó mi misión dijo que su estado de salud es crítico”, comentó Melzer a Reuters en Ginebra. “Pero entiendo que ha sido hospitalizado ahora y no está capacitado para enfrentar un juicio”, indicó.
Assange se encontraba demasiado enfermo el jueves para comparecer por video desde una prisión británica en una audiencia sobre la solicitud de extradición de Estados Unidos, indicó su abogada Gareth Peirce a Reuters.
“El señor Assange ha sido expuesto de forma deliberada, durante varios años a formas progresivamente graves de tratamiento o castigo cruel, inhumano o degradante, cuyos efectos acumulados solo pueden ser descritos como tortura sicológica”, señaló Melzer en un comunicado.
“No estamos hablando de un procesamiento, sino de una persecución. Eso significa que el poder judicial, sus instituciones y procesos están siendo explotados de manera deliberada por motivos ocultos”, agregó el profesor de leyes suizo.
Melzer sostuvo: “Estoy preocupado de que si este hombre es extraditado a Estados Unidos sea expuesto a un espectáculo judicial politizado y graves violaciones de sus derechos humanos”.
Aunque Assange no está en confinamiento solitario, el Relator Especial señaló que están seriamente limitadas la frecuencia y duración de las visitas de sus abogados, quienes no tienen acceso a las carpetas del caso.
Melzer declaró que esto hace imposible que Assange prepare adecuadamente su defensa en los complejos procesos legales en su contra.
“Desde 2010, cuando Wikileaks empezó a publicar evidencia de los crímenes de guerra y tortura cometidos por las fuerzas estadunidenses, hemos visto un sostenido y concertado esfuerzo de varios Estados para conseguir que el señor Assange sea extraditado a Estados Unidos para su enjuiciamiento. Este esfuerzo generó serias preocupaciones por la criminalización del periodismo de investigación en violación tanto a la Constitución de Estados Unidos como al derecho internacional sobre derechos humanos” añadió el relator.
Melzer indicó que en su visita a la prisión el 9 de mayo, lo acompañaron dos expertos médicos especializados en examinar potenciales víctimas de tortura y de otros malos tratos.
Assange fue sentenciado a 50 semanas de cárcel el primero de mayo por infringir su libertad bajo fianza al entrar a la embajada de Ecuador en Londres hace siete años.
El ministro de Relaciones Exteriores británico, Jeremy Hunt, tuiteó tras el comunicado de Melzer que “está equivocado. Assange prefirió esconderse en la embajada y siempre tuvo libertad para abandonarla y enfrentar a la justicia. El Relator Especial de la ONU debería dejar que las cortes británicas hagan sus juicios sin su interferencia ni acusaciones inflamatorias”.