Rusia reconoció este sábado, tras dos días de silencio, que la explosión ocurrida el jueves en una base de lanzamiento de misiles cerca del Ártico tuvo un carácter nuclear, con un total hasta ahora de al menos siete muertos.
En un comunicado, la agencia nuclear rusa anunció que siete personas murieron -dos militares y cinco civiles- en la explosión y otras tres personas sufrieron quemaduras.
Rosatom explicó que sus empleados aportaban ingeniería y apoyo técnico para la “fuente de energía isotópica” del motor del misil.
Los responsables militares no informaron sobre la posible presencia de combustible nuclear en el accidente, que tuvo lugar en la región de Arcángel.
Inmediatamente después del accidente, el Ministerio de Defensa indicó que se produjo cuando se estaba haciendo una prueba de un “motor-cohete a ergol líquido” (propulsor), e informó de la muerte de dos especialistas y de seis heridos.
El ensayo del misil se llevaba a cabo en una plataforma marina; una vez terminadas las pruebas, el combustible para el misil se encendió, seguido de una detonación”, reveló la entidad.
Las autoridades aportaron poca información sobre este accidente en una base militar abierta en 1954 y especializada en los ensayos de lanzamientos de misiles de la marina rusa.
‘BREVE’ ALZA DE LA RADIACTIVIDAD
El ejército ruso y un portavoz del gobernador regional declararon el jueves que “no hubo contaminación radiactiva”, pero la alcaldía de Severodvinsk, ciudad de 190 mil habitantes a unos 30 kilómetros de la base, aseguró en su portal internet que sus detectores “registraron una breve alza de la radiactividad”.
La publicación fue retirada poco después del portal de la alcaldía, que tampoco precisó hasta qué nivel subió la radiactividad.
Un responsable local de defensa civil, Valentin Magomedov, declaró a la agencia de prensa TASS que el nivel de radiación subió hasta a 2.0 microsieverts por hora durante treinta minutos, por encima del límite reglamentario de exposición de 0.6 microsieverts por hora.
El sábado, Greenpeace Rusia publicó una carta de responsables de un centro de investigación nuclear que daba la misma cifra, pero afirmando que las radiaciones duraron al menos una hora, sin que ello represente riesgos para la salud, según esos expertos.
Los habitantes de Severodvinsk corrieron el viernes a las farmacias para comprar yodo o productos con ese elemento químico.
Los acontecimientos de ayer (jueves) conmovieron a la ciudad. La gente entró en pánico. En una hora vendimos todos los stocks”, declaró una farmacéutica de la ciudad, Elena Varinskaya, que distribuyó fichas con las reglas a seguir en caso de contaminación radiactiva.
Medios rusos publicaron un video sin fuente identificada que mostraba hileras de ambulancias atravesando Moscú hacia un centro especializado en el tratamiento de víctimas de radiaciones.
Según Rosatom, los heridos fueron atendidos en un “centro médico especializado”.
Un experto del instituto para la investigación nuclear de Moscú, Boris Zhukov declaró en el portal del diario RBK que las fuentes de energía isotópica se utilizaban principalmente en la industria espacial y no representaban habitualmente un riesgo para los usuarios.
El peor accidente nuclear de la historia tuvo lugar en 1986 en la Unión Soviética, en el central ucraniana de Chernobyl, y las autoridades fueron acusadas de haber ocultado durante semanas la amplitud del desastre.