¿Qué es?
El “sharenting” es una práctica cada vez más común entre los padres, que consiste en publicar fotos, videos o cualquier otro tipo de información sobre sus hijos en las redes sociales.
El nuevo fenómeno de la “crianza en línea” fue bautizado como sharenting. El término viene de las palabras en inglés share, que significa compartir, y parenting, crianza. Para entender su magnitud: algunos estudios consideran que cuando un niño cumple 5 años, sus padres ya compartieron en las redes sociales alrededor de mil fotos del menor.
Desde las primeras ecografías, hasta sus primeros pasos, fiestas cumpleaños, vacaciones, caída de los primeros dientes, festivales escolares… Cualquier acontecimiento o dato importante en la vida de un niño es susceptible de ser compartido en Internet por algunos progenitores.
Una huella digital
Hasta ahora, no ha existido otra generación de niños con una infancia tan pública. Y es probable que, cuando crezcan, muchos no estén de acuerdo con ello. Por lo que últimamente hemos visto como esto ha llevando a algunos adolescentes a denunciar a sus padres por considerar que la información y fotos publicadas durante su infancia han arruinado su vida y reputación.
Además, según la Universidad de Michigan, el 56% de los padres cuelga fotografías potencialmente vergonzosas de sus hijos, que puede afectarles durante su adolescencia o incluso en su etapa adulta, interfiriendo en su vida social y laboral.
La Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad contra los Niños (NSPCC, por sus siglas en inglés), en Reino Unido, advierte que “cada vez que una foto o video es publicada, se crea una huella digital del niño que puede seguirlo en su vida adulta”.
Los peligros
Por otra parte más allá de todos los dilemas éticos, la información que los padres comparten en las redes sociales sobre sus hijos puede implicar riesgos de seguridad.
Según la compañía de servicios financieros Barclays, el “sharenting” es una puerta para los fraudes en internet, pero todo esto puede llevarle a sufrir situaciones de ciberacoso o bullying. Además, es sumamente importante recordar que los pederastas obtienen fotografías e información de los niños a través de las redes sociales. Los datos que nosotros publicamos les sirven para conocer más acerca del niño, sus gustos, fecha de cumpleños, colegio en el que estudia, imágenes de su vida cotidiana… provocando una grave situación de vulnerabilidad en el menor.
Consejos para publicar fotografías de nuestros hijos
– Familiarizarse con las políticas de privacidad de las redes sociales en las que vayamos a publicar información.
– Activar notificaciones que alerten cuando el nombre de nuestro hijo haya sido objeto de búsqueda en Google.
– Compartir la información de manera anónima y no mostrar sus caras. En este sentido, la abogada María Sánchez nos comentaba además en una entrevista la importancia de proteger la identidad de los niños no facilitando sus nombres, localizaciones, colegio donde estudian ni ningún otro dato personal.
– Así mismo, debemos saber que publicar en redes sociales la imagen de otros menores que no sean nuestros hijos sin el consentimiento de sus padres, está absolutamente prohibido, ya que estaremos violando su derecho a la intimidad.
– Consultar siempre a los niños antes de publicar cualquier foto o información sobre ellos, y respetar su opinión y decisión si nos piden que no publiquemos acerca de sus vidas en redes sociales.
– Nunca publicar fotografías en las que el menor aparezca desnudo, ni siquiera de recién nacido o bebé.
– Pensar en el efecto que puede tener lo compartido, y cómo puede afectar la autoestima de nuestros hijos.
– Y si ya hemos compartido fotografías o información de nuestros hijos en nuestros perfiles sociales, se aconseja revisar la privacidad de nuestras publicaciones, teniendo en cuenta que en Facebook la imagen de portada y de perfil son públicas. Así mismo, tampoco debemos descuidar nuestra imagen de perfil de Whatsapp.