En posición y listo para pelear, el presidente Donald Trump enfrentó ayer un día de cuestionamientos sobre su controversial llamada telefónica con el mandatario de Ucrania, y su molestia en torno al proceso de juicio político de la Cámara de Representantes estalló a la vista del público.
“¿Me escuchaste? ¿Me escuchaste? Hazle una pregunta”, exclamó el presidente señalando a su homólogo de Finlandia luego de que un reportero lo presionó para que contestara una pregunta en una conferencia de prensa surrealista e intensa en la Casa Blanca.
Durante días, el presidente había criticado la investigación de los demócratas que amenaza con agobiar su presidencia. Insistió en que no hizo nada malo en lo que repetidamente describió como una “llamada perfecta” con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy, durante la cual pidió una investigación sobre su adversario político y precandidato demócrata a la presidencia Joe Biden. La furia de Trump en privado encontró un sinfín de objetivos: los demócratas, los medios de comunicación, su propio personal y los republicanos que trataron de defenderlo en la televisión.
Aunque el presidente había descargado algo de esa ira en Twitter, no fue sino hasta las reuniones con el presidente finlandés Sauli Niinisto que estalló. Sin un buen equipo de respuesta en la Casa Blanca y sin aliados dispuestos a defenderlo, aunque siempre cree que él es su mejor portavoz, Trump libró una batalla de un solo hombre.
La conferencia de prensa arrancó inocentemente.
Tuvo la plática normal sobre una fuerte cooperación entre las dos naciones.
Niinisto se vio desconcertado en la Oficina Oval horas antes durante una perorata de Trump, pero encontró su equilibrio en la conferencia de prensa.
“Tienen aquí una gran democracia. Sigan así”, le dijo al presidente estadounidense.
Al poco tiempo, Trump cambió el tema hacia el comercio. El mandatario se quejó del déficit comercial con los países de la UE, que alcanzó los 169,300 millones de dólares el año pasado.
“Vamos a tener que empezar a hacer algo con la Unión Europea porque no han tratado bien a este país por muchos, muchos años. Y lo saben”, manifestó.
Pero Niinisto trató de contar una versión distinta: “Bueno, todos sabemos que Europa necesita a Estados Unidos, pero yo diría que Estados Unidos también necesita a Europa”.
“Sabemos el precio de todo. También deberíamos reconocer el valor de todo. Compartimos los mismos valores: democracia, derechos humanos, orden basado en reglas. Y en eso somos bastante parecidos”, agregó.
Pero esos buenos sentimientos pronto cedieron el paso a preguntas sobre política turbia.
Furioso por el proceso de juicio político, Trump dijo que está bajo ataque durante tres años, criticó la pesquisa del fiscal especial Robert Mueller sobre Rusia y señaló que consideraba presentar una demanda, aunque no especificó contra quién.
De la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, dijo que entrega citaciones como si fueran galletas. “Todos los días recibes citaciones”.
ira aumentó cuando un reportero, Jeff Mason de Reuters, le pidió que aclarara lo que quería que el presidente ucraniano hiciera en relación con el exvicepresidente Joe Biden y su hijo Hunter.
Trump eludió la pregunta y dijo que no le gusta dar dinero a un país corrupto. “No me gusta ser el país tonto”, aseveró. “Los países europeos reciben mucha más ayuda que nosotros y esos países deberían pagar más para ayudar a Ucrania”.
Pero cuando el reportero insistió sobre lo que el mandatario quería que Ucrania hiciera sobre los Biden, se alejó furioso del podio y preguntó: “¿Me hablas a mí?”, mientras trataba de hacer que Mason se detuviera.
Habituado a responder preguntas en entornos informales, como en los jardines de la Casa Blanca con un helicóptero de fondo, lo que hace más fácil que pueda evitar preguntas que no le gusten, Trump parecía mal preparado para manejar las preguntas de Mason.
“¿Me escuchaste? ¿Me escuchaste? Hazle una pregunta”, ordenó Trump señalando a Niinisto, Minutos más tarde, la conferencia de prensa terminó y Trump abandonó el escenario, nuevamente solo.