El interés de grandes empresarios por apoderarse de la producción de maguey, crear nuevas marcas y obtener jugosas ganancias de la producción mezcal, pone en riesgo la supervivencia del maguey tradicional, afirmó la maestra mezcalera Sósima Olivera Aguilar.
Durante la charla “Riesgos del Mezcal Tradicional” en las oficinas de la Asociación de Periodistas de Oaxaca, la maestra dijo que el mezcal en Oaxaca es una bebida en resistencia, que ha mantenido su calidad gracias al esmero de cientos de productores que aman lo que hacen y aprendieron ese amor de padres y abuelos.
La maestra mezcalera, en cuarta generación, destacó que desde hace mucho tiempo en Oaxaca ha existido una siembra bastante equilibrada de maguey, incluso hace tiempo los primeros tres años de la planta del maguey, los espacios de tierra también eran utilizados para la siembra de maíz y frijol y de esta manera obtener para consumo propio.
Dijo que la siembra de maguey y la producción de mezcal significa un complemento en la economía de muchas familias, sin embargo, el interés que ha despertado en grandes empresarios e inversionistas incluso del extranjero, pone en riesgo esta bebida.
Indicó que la gran preocupación que existe es que ante la gran demanda que hay de maguey, las plantas han comenzado a producirse en laboratorio, que implica más ganancias para grandes empresarios que quieren acaparar la industria, el problema es que están poniendo en riesgo la desaparición del maguey tradicional y por consecuente, la subsistencia.
Comentó que como en el caso del maíz, tiene que haber una lucha constante de los pueblos por no ser tentados por las sorprendentes propuestas económicas que existen para en torno a contratos que ponen en riesgo la producción tradicional del maguey.
Por otra parte, respecto a la certificación del mezcal, la maestra expuso que fue creado para quienes tienen dinero, no hay beneficio alguno para el productor tradicional pero eso sí, los ingresos por esa certificación los acaparan quienes nunca se han dedicado a la producción de esta bebida ancestral.
Explicó que un maestro mezcalero sabe cómo producir el mezcal de calidad, porque lleva años haciéndolo, lo aprendió de varias generaciones atrás y no por no contar con la cetificación significa que su bebida sea mala.
La maestra mezcalera insistió que el mezcal es una bebida en resistencia porque lo que también ahorca al sector, es lo costoso de los impuestos, pues se paga el 16 por ciento del IVA y 53 pesos del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios.
Puntualizó que es mentira que autoridades estén defendiendo al mezcal de Oaxaca, pues ni siquiera conocen la historia y esa defensa históricamente no se ha visto traducida a través de políticas públicas que verdaderamente beneficien al productor.