Ciudad de México. El Banco de México (BdeM) está en condiciones de contribuir al crecimiento económico, sin que ello signifique que deba dejar de lado su mandato único de mantener la estabilidad de los precios, aseguró Agustín Carstens, ex gobernador de esa institución, quien también advirtió que no se debe descartar una recesión mundial.
En el contexto de un seminario por el 25 aniversario de la autonomía del banco central, Carstens indicó durante su participación que a esas instituciones se les delega el ejercicio de algunas políticas económicas, donde la monetaria es la principal.
Comentó que si bien la procuración de una inflación baja y estable coadyuva al objetivo más amplio como el crecimiento económico acelerado y sostenido, menor desempleo, mejor distribución de ingreso y menor pobreza, pueden presentarse circunstancias en donde el banco central pueda flexibilizar su tarea principal para perseguir un mejor desempeño de la economía nacional y así propiciar mayores benéficos para la sociedad.
“Si el instituto central tiene la capacidad influir de esa manera, sin poner en riesgo el cumplimento de de su objetivo prioritario, debería actuar en consecuencia. Esa actitud reforzaría el apoyo social y político, y así su autonomía”, apuntó.
Sin embargo, el actual director general de Banco de Pagos Internacionales (BPI) dijo que la propuesta no es una tarea fácil, pues mal aplicado podría minar la credibilidad, por lo que llamó a actuar con prudencia y cautela al identificar en qué tipo de situaciones sí podría ayudar.
“El mensaje de fondo es claro, el banco central no debe tener un enfoque mencanicista”, acotó antes de recordar que el contexto macroeconómico es importante para una conducción afinada de la política monetaria.
Guillermo Ortiz, también ex gobernador del BdeM, consideró que la autonomía de la institución también se ha ganado de facto, pues ha resistido a las presiones de los gobiernos y del poder legislativo, por lo que no sorprende que ocurra en tiempos de crisis económica una situación de esa naturaleza.
Abundó que la mejor estrategia para mantener la autonomía del banco central en tiempos de crisis es acatar sus objetivos, pero también mantener un vínculo comunicativo con la sociedad, como lo ha hecho el banco central, institución que mantiene buena credibilidad.
Apuntó que en países avanzados los bancos centrales están bajo presión ya que gobierno y partidos populistas han capitalizado el descontento social por el bajo crecimiento y la desigualdad, culpando a esas instituciones, lo cual es preocupante.
Sin embargo, en entrevista comentó que el actual gobierno de México ha sido muy respetuoso de la autonomía de la institución.
Comentó que en México ha sido sujeto de presiones externas, como la negociación del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), la guerra comercial, la política de migración hostil, entre otros, por lo que es fundamental mantener autonomía del BdeM.
Riesgo de recesión
En entrevista, Carstens comentó que no se debe descartar el riesgo de recesión, aunque este es muy bajo. Abundó que la economía mundial tiene una desaceleración sincronizada, la tener el crecimiento más bajo desde la crisis financiera global de 2008-2009, por lo que consideró que las economías emergentes deben estar preparadas para el futuro.