HONG KONG (AP) — Los candidatos pro democracia ganaron casi la mitad de los escaños en los comicios locales de Hong Kong, con lo que los votantes enviaron una clara señal de respaldo a las protestas antigubernamentales que han sacudido este territorio chino durante más de cinco meses.
Un récord de 71% de los 4,1 millones de electores empadronados en la ciudad acudió a votar, muy por encima de la participación del 47% en los mismos comicios hace cuatro años, indicaron las autoridades electorales.
Hasta ahora, los candidatos pro democracia han ganado 201 de 452 escaños en 18 consejos distritales. Previamente tenían menos de una tercera parte.
Entre los ganadores estaban exlíderes estudiantiles y un candidato que reemplazó al destacado activista Joshua Wong, la única persona a la que se le prohibió postularse. El organizador de mítines Jimmy Sham, golpeado por agresores con un martillo el mes pasado, también triunfó, al igual que un legislador pro democracia al que un agresor le arrancó parte de una oreja de una mordida.
El mayor partido político pro Beijing de Hong Kong sufrió el peor revés, con al menos 155 candidatos derrotados de sus 182. Entre los que perdieron estaba el controvertido legislador en funciones Junius Ho, que fue apuñalado este mes mientras promovía su campaña.
Los partidarios de la democracia consideraron que sus sólidas ganancias en esta contienda _la cual suele recibir poca atención_ son una “victoria” para los habitantes de Hong Kong. Los candidatos dijeron que la jefa de gobierno Carrie Lam debe atender las exigencias de los manifestantes, incluyendo el que haya comicios libres para elegir al líder de la ciudad y a su legislatura, y se efectúe una pesquisa independiente en torno a la brutalidad policial.
“Hoy ganamos una pequeña batalla, pero ello muestra que el pueblo de Hong Kong tiene una oportunidad de ganar la guerra. Seguiremos luchando”, dijo Henry Sin Ho-fai, un candidato pro democracia que ganó.
La participación récord mostró “que hay una gran corriente en Hong Kong que cree en la democracia”, dijo David Alton, miembro de la Cámara de los Lores británica que se encuentra entre los observadores electorales internacionales invitados por grupos de la sociedad civil de esta ciudad china.
Durante los meses de manifestaciones, los inconformes han desbaratado las fachadas de negocios considerados simpatizantes de Beijing, han quemado casetas de cobro, bloqueado un importante túnel y se han enfrascado en choques con la policía, empleando bombas molotov para contrarrestar gases lacrimógenos y cañones de agua. Más de 5.000 personas han sido arrestadas en los disturbios, los cuales han contribuido a que Hong Kong experimente su primera recesión en una década.
Una votante, Christina Li, dijo que era importante que las personas de edad avanzada como ella respalden a los jóvenes que encabezan las protestas.
“Las generaciones más jóvenes podrían no poder disfrutar los derechos de los que nosotros disfrutamos ahora”, afirmó mientras hacía fila afuera de una casilla electoral. “No podemos darlos por sentado”.
Mucha gente en Hong Kong comparte los temores de los manifestantes acerca de la creciente influencia de Beijing sobre la excolonia británica, que fue devuelta a China en 1997.
Las protestas comenzaron en junio en torno a un proyecto de ley de extradición ya cancelado con el que los sospechosos de delitos serían enviados a China para ser juzgados allí. Pero desde entonces el movimiento se ha transformado en una campaña anti Beijing.
La votación se llevó a cabo pacíficamente entre intensas medidas de seguridad, y casi no se vio a nadie que vistiera ropa negra o máscaras, elementos que han distinguido a los manifestantes. En algunos lugares las filas para votar se extendían varias cuadras.
Estas elecciones son las únicas totalmente democráticas en Hong Kong. Los miembros de la legislatura son elegidos en parte por voto popular, y en parte por grupos de interés que representan a distintos sectores de la sociedad. El líder de la ciudad es elegido por un cuerpo de 1.200 integrantes que está dominado por partidarios del gobierno central en Beijing.
Dixon Sing, politólogo conferencista en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong, dijo que la victoria de los partidarios de la democracia equivale “a un rechazo de la política de línea dura de Beijing y del gobierno de Hong Kong”.