La única empresa que fabrica los medicamentos contra el cáncer en México ha amenazado y chantajeado a instituciones de salud pública y privada debido a que el gobierno federal mantiene cerradas algunas de sus líneas de producción.
Así lo denunció Hugo López Gatell, subsecretario de Salud del gobierno federal, quien agregó que los medicamentos contra el cáncer en el país son víctimas de un monopolio.
“Hay una compañía en particular que tiene la hegemonía prácticamente absoluta, a pesar de que hay otras cinco o seis que tienen registros sanitarios, pero hay sólo una que fabrica los medicamentos contra el cáncer y esto ha resultado en una total desviación de prácticas que en sexenios pasados se solapaba”, dijo luego de la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Esta compañía, que fue sujeta a sanción sanitaria por no tener las adecuadas prácticas de manufactura, tiene hoy cerradas algunas líneas de producción precisamente de fármacos oncológicos (…) está chantajeando y amenazando con que no va a distribuir los medicamentos no sólo en el sector público sino también a entidades privadas de que no les va a dar medicamentos porque por culpa del gobierno, según esta compañía, no se pueden liberar estas líneas de producción“.
Afirmó que dicha compañía, cuyo nombre no quiso mencionar para evitar vulnerar el debido proceso, ya no está interesada en modificar sus líneas de producción porque está apostando a otros mercados en una nueva planta que tiene en proceso de construcción.
“Cofepris (Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios) cerró dos plantas que habían demostrado no tener buenas prácticas de manufactura”, mencionó el funcionario.
En septiembre de 2019 EL UNIVERSAL informó que la Cofepris realizó verificaciones a los principales productores de metotrexato en México, medicamento utilizado para tratar a pacientes con cáncer.
Como resultado de ello, estos productores no obtuvieron el certificado vigente de buenas prácticas de fabricación y sus procesos de producción fueron suspendidos hasta que cumplieran con las normas para evitar producir medicamentos inseguros, ineficaces y de poca calidad que pusieran en riesgo la salud de quienes los consumen.
Entre las empresas que fueron sujetas a suspensión estaba Laboratorios PISA, que desde mayo de 2019 fue verificada en su planta ubicada en la alcaldía de Coyoacán a partir de una denuncia en el Hospital del Niño Poblano, vinculada a reacciones adversas por el uso de metotrexato.